Con todo a favor para salvar el curso

La Voz VIGO

GRADA DE RÍO

M.MORALEJO

El Celta cierra la liga con la obligación de sellar la permanencia matemática ante el descendido Rayo

18 may 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

El Celta lo tiene todo a favor para culminar la faena y sellar la permanencia matemática que tiene pendiente. Le acompañan la mayoría de las combinaciones (le basta con perder y que el Girona no recupere una diferencia de siete goles), juega en su feudo de Balaídos en donde ha ganado los cuatro últimos encuentros y lo hace ante un Rayo Vallecano que llega descendido.

A mayores Iago Aspas, que ayer volvió a ser convocado por la selección española, se juega reeditar por tercera vez el título de máximo goleador español y su directo rival por la permanencia, que cierra curso en Vitoria, lo hará sin Stuani, el autor del 52,7 % de los goles del cuadro catalán. Un panorama casi idílico que el conjunto de Escribá no debe desaprovechar para cerrar un año que comenzó con aspiraciones europeas y que, salvo batacazo descomunal, va a finalizar con una salvación ajustada después de una temporada con tres entrenadores y cargada de sufrimiento.

Después de un año duro el Celta no quiere nada de confianzas y en la hoja de ruta para la última jornada solo aparece en triunfo. Una victoria para convertir el Alavés-Girona en un duelo funcionarial aunque ayer Eusebio hiciese un pequeño guiño a la esperanza y que además podría servirle a los vigueses para asear la clasificación remontando algún puesto y de paso para aumentar la recaudación por derechos televisivos (están en juego hasta un millón de euros). Y además, para brindarle la mejor despedida a una afición que ha sido fundamental en la reconquista celeste. Estos argumentos son más que suficientes para dejar a un lado la sensación de sosiego que parecía inundar a casi todos después de la pasada jornada cuando la permanencia del Celta se convirtió en virtual.

Para ganar el quinto partido consecutivo en Balaídos, algo que no sucede desde el año 2016, Escribá apostará por un once casi idéntico al habitual con el centro de la defensa como principal incógnita. La lógica invita a pensar que volverá el tándem Gustavo Cabral-Araujo, después de que el argentino fuese descartado para Bilbao, para desactivar a Raúl de Tomás, la gran amenaza de un Rayo Vallecano que llega con bajas en defensas pero con ganas de presentar batalla en su despedida de la Primera División un año después de retornar y que en los últimos días ha puesto el acento en su deseo de evitar la posición de colista en la clasificación final.

También puede haber movimientos en las bandas del cuadro vigués, lo que permitiría a Boufal recuperar su lugar en el costado izquierdo tras visitar el banquillo en San Mamés. Boudebouz o Brais Méndez se jugarán la otra vacante del medio campo. Los dos jugadores musulmanes han protagonizado el incidente de la última semana de competición al ser interceptados por la policía conduciendo dos minimotos a más de 40 kilómetros por hora y sin carné.

En ataque, Iago Aspas saldrá al campo sabiendo qué hizo su rival por el pichichi Borja Iglesias, que juega cuatro horas antes por Europa, aunque su ambición va mucho más allá de la estadística. Quiere el mejor final. Como el celtismo.