Un año en 90 minutos

La Voz VIGO

GRADA DE RÍO

Xoán Carlos Gil

Los célticos sacan a relucir errores y virtudes para certificar su octavo curso seguido en Primera

19 may 2019 . Actualizado a las 01:37 h.

El celtismo soñaba con el mejor epílogo para un año tortuoso, pero el último compromiso resumió mejor que nadie lo que fue la temporada. Un mal partido, con un equipo que parecía no saber que se estaba jugando la permanencia (sin entrar en los avatares de Mendizorroza) y la llegada de Iago Aspas para marcar dos goles, cambiar el final y certificar por méritos propios la estadía por octava temporada consecutiva del Celta, su tercer periplo más largo en la máxima categoría del fútbol español.

Los vigueses no entraron bien al partido. No hicieron diana en las dos primeras aproximaciones y enseguida entregaron el balón al Rayo Vallecano, que desde la posesión gobernó el partido y se encontró con un regalo de Boudebouz en forma de penalti tan innecesario como claro.

La esperanza era que el Celta, que ya sabía que el Alavés ganaba su partido, reaccionase en el descanso con los ajustes de Escribá, pero la expulsión también le debió afectar al estratega valenciano, que no fue capaz de cambiar la dinámica del partido. Los de Jémez, descendidos y con cambios en el once, siguieron marcando el ritmo del partido y de paso anotando el segundo gol. Lo que provocó que los silbidos del descanso tuviesen su continuación en el segundo acto.

Parecía que la fiesta no sería completa pero el Celta siempre tiene un as en la manga, el 10. Y Iago Aspas no se conformó con firmar una salvación con dos derrotas en los dos últimos partidos. Aprovechó para marcar el penalti y cerró el curso con un gol de bandera para al menos despedir la temporada dejando claro que el Celta no necesitaba de terceros para certificar el último día su salvación. Con ese punto era suficiente.

Los vigueses acaban con 41 puntos y en la décimo séptima posición, muy lejos del objetivo de Europa, pero al menos seguirán un año más en Primera y ya son ocho consecutivos desde su regreso a la élite.

Estos ocho años son el tercer periplo más longevo del cuadro vigués en Primera después de los catorce años consecutivos que estuvo entre 1945 y 1959 y el más reciente ente 1992 y el 2004. Y para acercarse, igualar o superar estos registros, la cúpula del club debe aprender de los errores de esta temporada. Basta con visionar el vídeo de ayer.