El céltico se mofa a través de las redes sociales de quienes dicen que debe cambiar
10 jun 2019 . Actualizado a las 05:00 h.El céltico con más seguimiento en las redes sociales, Emre Mor, es al mismo tiempo seguramente uno de los que más detractores tiene. Y el jugador se ha acostumbrado a mandarles mensajes periódicamente a través de su perfil de Instagram a los llamados «haters». En la noche del sábado dio una nueva muestra de ello al colgar un vídeo suyo en el coche con amigos en el que mostraba su nuevo look. Pero además, lo acompañaba con un texto en respuesta a quienes le aconsejan modificar su actitud para encauzar su carrera: «Me dicen que cambie, lo hice, cambié mi pelo», afirmó desafiante.
El mensaje, además, fue colgado como historia de Instagram (publicaciones que desaparecen transcurridas 24 horas) mientras jugaba la selección turca de la que en otro tiempo Mor era habitual. Esa circunstancia no pasó desapercibida para los aficionados de ese país, en muchos casos muy críticos con él por esas palabras. «Mejor sería que consideraras cambiar en vez de bromear con quienes te lo aconsejan. Así igual estarías ahora jugando un partido con la selección en vez de colgando historias en Instagram», le espetaba uno. Otros eran menos correctos al juzgar la conducta del atacante.
También varios medios turcos inciden en la circunstancia de la coincidencia entre el partido de Turquía frente a Francia y el mensaje del turcodanés. Algunos ironizan con su «notable participación», dicen, en el encuentro al dedicarse a colgar este contenido a la misma hora. Esta publicación contrasta con las palabras de hace unos días del presidente del Celta, Carlos Mouriño, asegurando que esperaban recuperar al jugador para la próxima temporada.
No es en absoluto la primera vez que el jugador comparte mensajes de este tipo en redes sociales. El más recordado en ese sentido fue el que dirigió a sus detractores en enero: «Queridos haters, tengo mucho más para enfadaros, solo tenéis que ser pacientes». Aquel mensaje coincidía en el tiempo con el momento en que se acababa de conocer que había vuelto a ser apartado del equipo por motivos disciplinarios como ya había pasado en su primera temporada.
Precisamente algunos de sus dardos envenenados llegaron en ese primer curso en Vigo con Unzué como entrenador. Aunque inicialmente pidió perdón por «haber llegado tarde», luego utilizó Instagram para responder a su entonces técnico. «No creáis todo lo que os dicen, recordad que siempre hay dos versiones de cada historia», señaló en un momento en que era plena actualidad del club por estar apartado.
En otra ocasión también con Unzué, publicó a las pocas horas de un partido en el que no había jugado para recordar el premio al mejor del mes que le habían concedido semanas antes. «Oh, lo siento, había olvidado compartir esto», escribió irónicamente junto a una foto suya posando con el galardón, queriendo reivindicar que la afición le había premiado por su papel cuando dispuso de minutos.
Un asunto extradeportivo que también trajo cola fue un trono con su camiseta del Celta que exhibió a través de la misma red social. La oleada de críticas que recibió tuvo su correspondiente respuesta por parte del futbolista. «¿La gente ve esto como un trono? ¡Vamos, odiad a otro! Lo que yo veo es a un chico de 21 años sentado en una silla que es un regalo por su cumpleaños», defendía. Además añadía etiquetas con los mensajes «siempre lo mismo» y «el dinero no lo es todo».
En esa misma línea emitía otro mensaje el pasado mes de septiembre tras encadenar tres partidos sin jugar. «No os preocupéis por mí, estoy bien. Hay cosas más importantes en la vida. Sigo vivo, respiro», introdujo su mensaje. Y añadió: «Gano suficiente dinero para alimentar a mi familia, ellos están sanos y yo también».
Esta temporada, además, comentó en declaraciones a los medios del club que se proponía «ser bueno con el entrenador esta vez» con el entrenador. Pero sigue sin cuajar con ninguno. os años.