El centrocampista, que llega cedido por el Lyon, es el tercer canterano que regresa
14 ago 2019 . Actualizado a las 05:00 h.Pape Cheikh (Dakar, 1997) se convierte en el tercer canterano del Celta en emprender el viaje de regreso este verano. Pero si Santi Mina lo había hecho cinco años después de su marcha y en el caso de Denis Suárez habían transcurrido ocho, el senegalés regresa tras solo dos años de ausencia. Lo hace, además, en unas condiciones distintas, ya que será el segundo refuerzo para la temporada 2019/2010 que llegue en calidad de cedido tras Sáenz, en su caso por el Lyon. Desde Francia se apuntaba ayer a una opción de compra de nueve millones.
La presencia de Pape en Balaídos el pasado sábado levantaba las sospechas. El jugador estaba en el palco junto con los jugadores lesionados y no convocados para ese partido. Pero tras el encuentro, Fran Escribá jugaba al despiste. El entrenador del Celta lo atribuía a los ya conocidos vínculos que mantiene con jugadores del club -es amigo íntimo de Brais Méndez, como del excéltico Alende, al que estuvo viendo con el B durante el play-out en la ida en Barreiro- y aseguraba no tener noticia alguna de su posible fichaje. Ese mismo día, sin embargo, otras fuentes del club reconocían no solo que se estaba negociando, sino que era una prioridad.
Ayer a primera hora de la tarde, la hija del presidente, Marian Mouriño, volvía a hacer de las suyas en Twitter. Como en su día cuando avanzó la llegada de Lobotka («tercer fichaje en Vigo», escribió entonces con un icono de balón), confirmaba un nuevo refuerzo y además daba una pista que acotaba bastante las posibilidades. «Qué bonito es volver a casa... ¿Quién vendrá detrás de mí? #IstoVaiDeCorazón», fue el mensaje que redactó en esta ocasión.
Se refería a Pape, un futbolista que llegó a la cantera del Celta procedente del Montañeros en el año 2013 y que el día de su marcha, un lustro después y muy emocionado, dijo que el club vigués le había «dado la vida». Desde entonces se le ha visto en Vigo en múltiples ocasiones, en algunas de ellas con otro de sus grandes amigos en la plantilla, Hugo Mallo, y ha tenido varios guiños. Sin ir más lejos, el 12 de diciembre del año pasado recordaba su estreno con el primer equipo. «¡Eternamente agradecido al Celta! Hoy se cumplen tres años de mi debut en La Liga con la camiseta celeste. #Loved», escribía en esa ocasión.
Aquel estreno le llegaba de la mano de Eduardo Berizzo, al que llegó a considerar su padre deportivo y que fue el único entrenador que le dirigió en el primer equipo el Celta. Antes pasó por el filial y los juveniles mientras se hacía un hueco en todas las categorías inferiores de la selección española, llegando a la sub-21 con la que acumula varias convocatorias.
El guiño más reciente fue en el sentido inverso, porque fue el Celta el que le hizo llegar su felicitación por su cumpleaños el pasado 8 de agosto. Aunque la política del club en redes ha experimentado un giro importante de un tiempo a esta parte y suele felicitar a los jugadores de la actual plantilla, solo en casos de futbolistas muy emblemáticos solía acordarse de excélticos con pasado tan reciente en el club. «Muchas gracias, @RCCelta», respondía él.
Pape, de 1,80 de estatura, está considerado como un centrocampista completo, con mucha calidad, un gran despliegue físico y también llegada. Con el primer equipo del Celta llegó a disputar 27 partidos, ocho en la temporada 2015/2016 y los 19 restantes en la siguiente. Marcó un único gol, frente al Granada el 27 de noviembre del 2016. En Segunda B, también con la camiseta del equipo vigués, acumuló 21 partidos y anotó dos goles. En el 2017 daba el salto a la Ligue 1 y ahora regresa para competir el puesto a Okay Yokuslu.