El delantero uruguayo anotó el gol que dio la victoria al Celta ante el Valencia en su segundo partido
25 ago 2019 . Actualizado a las 05:00 h.Los gritos de «uruguayo» volvieron ayer a Balaídos, pero con cambio de destinatario con respecto a las dos temporadas anteriores. El Toro Fernández llegó a Vigo con la etiqueta de sustituto de Maxi Gómez, por mucho que se haya repetido que son delanteros con características diferentes, y en su segundo partido con la camiseta del Celta logró su primer gol. Empezó así a tomar el relevo de su compatriota (ayer sin ocasiones para marcar como rival) en la faceta realizadora.
El ex de Peñarol abrió el marcador ayer en Balaídos aprovechando una gran jugada de Iago Aspas que desembocó en una asistencia de Denis Suárez y una delicia de gol de tacón al cuarto de hora de partido. Se le vio más suelto al uruguayo en su segunda aparición con la camiseta del Celta tras una pretemporada que estuvo lejos de ser la ideal para el primer fichaje que formalizó el club vigués para la presente campaña.
Porque el Toro llegó al inicio de Liga con solo 45 minutos en sus piernas, los disputados frente al Lugo en el primer amistoso del verano antes de que unas molestias le privaran ya de estar contra el Lille. A continuación llegó su viaje a su país para cerrar el asunto judicial que tenía pendiente por el atropello de una joven a finales del año pasado. Pasó allí más de una semana que mermó su preparación, como el propio Escribá había reconocido.
Pese a las dudas que dejó en la jornada inaugural contra el Real Madrid, y ante la falta de alternativas con un Santi Mina recién salido de la lesión que le impidió estar en el debut liguero, el técnico valenciano volvió a apostar por Fernández para ser de la partida. Y el jugador respondió no solo con el gol, sino mostrándose más suelto y atrevido a la hora de intentarlo de cara a portería y aportar al equipo.
El Toro firmó un partido muy completo en el que se vio a un futbolista diferente al de la primera jornada y que invita al optimismo de cara al futuro sobre lo que puede aportar de aquí en adelante. Aún sin estar a su mejor nivel en el aspecto físico por la falta de ritmo que arrastra, fue el primer cambio para dejar su lugar a un Santi Mina que tuvo sus primeros minutos en esta nueva etapa en el club donde se formó tras superar el esguince de rodilla que le había mantenido al margen las últimas semanas.
El charrúa se convertía ayer, según datos de Afouteza e Corazón, en el jugador número 268 en marcar con el Celta en Primera. Precisamente Iker Losada le antecedía en la lista con el gol marcado en la jornada inmediatamente anterior y la temporada pasada se habían estrenado Fran Beltrán, Néstor Araujo y Boudebouz. Según la misma fuente, es el quinto uruguayo en marcar con el Celta tras Dagoberto Moll, Juan Carlos Contreras, Canobbio y el ayer rival Maxi Gómez.
El último gol de tacón de un jugador del Celta hay que buscarlo hace nueve años, el del Aspas al Villarreal B en el 2010. Además, están los de espuela de Andreu Fontás al Ajax en la Europa League, del Tucu Hernández al Atlético de Madrid en el año 2014 y, el más reciente, el de Iago Aspas ante el Rayo Vallecano la temporada pasada, todos ellos con un lugar importante en la memoria del celtismo.