El salcedense rompe con su pasado inmediato convirtiéndose en uno de los nombres propios del inicio liguero al destacar en los tres partidos con el Celta, dar una asistencia y marcar un gol
01 sep 2019 . Actualizado a las 05:00 h.Denis Suárez se ha convertido en uno de los jugadores del arranque del campeonato en Primera División. Su vuelta al Celta no ha podido ser mejor: tres encuentros completos, el más destacado del equipo en el cómputo general, una asistencia de gol en el partido ante el Valencia y el tanto del empate ante el Sevilla. No marcaba en liga el de Salceda desde el 19 de septiembre del 2017, en un 6-1 del Barcelona al Eibar en el Camp Nou.
Casi dos años después culminó una jugada de alta escuela de los célticos, que en 17 toques se plantaron ante Vaclik. En su parte final Denis combinó por dos veces con Lobotka y el eslovaco se inventó un pase filtrado hacia Santi Mina, que a su vez con un caño volvió a habilitar el balón para Denis que terminaba marcando con un tiro cruzado. «Un gol especial», reconoció después de la contienda. Era su primer tanto con el primer equipo y desde juveniles vestido de celeste ya que en el Celta B tampoco llegó a estrenarse como realizador.
El de Salceda vive en el Celta una situación que ya añoraba, la de ser titular y acabar los partidos. Desde su primera temporada en el Barcelona (15/16) no salía de inicio en los tres primeros partidos, aunque de azulgrana ya le tocó descansar al cuarto.
«Asumo la responsabilidad, vengo a ser un jugador importante», comentó a La Voz de Galicia en una entrevista dos semanas atrás y va por el camino de conseguirlo. Su media de acierto en el pase es del 85,3 %, ha dado 100 pases bien de 115 posibles y salvo en el partido de Sevilla, siempre ha dado asistencias claras de peligro. De hecho el tanto del Toro Fernández al Valencia partió de un pase suyo dentro del área. El regate ha sido otra de sus virtudes en este inicio prometedor: nueve en total. Por rendimiento estadístico está en el top diez de la liga después de tres partidos.
Y a los números le ha sumado un importante sacrificio defensivo y una adaptación plena a la carrera. Como si nunca hubiese abandonado su taquilla de A Madroa. El cóctel se completa con un toque de liderazgo. Desde el principio se siente importante en la plantilla.
Además, después de un verano complicado para asimilar todos los conceptos de Escribá, llegada la liga se ha asentado a la carrera al interior izquierdo, el puesto en donde mejor rindió en el Villarreal de la mano de Marcelino García Toral. En ambos casos con un 4-4-2 como dibujo sobre el campo.
Este inicio de liga no ha pasado desapercibido más allá del entorno céltico. Ya hay voces que se preguntan a qué obedece el cambio de rendimiento con respecto a la última época en Barcelona y en el Arsenal.
El jugador tenía claro que ésta debía ser la temporada de su reencuentro con el fútbol al mejor nivel. Denis repite una y otra vez que quiere volver a la selección y que la Eurocopa del próximo verano es su reto. No obstante, no quiere precipitarse y pese a su buen inicio de curso en absoluto se esperaba la llamada de Robert Moreno al primer intento. ¿Te sorprende no estar en la lista?, le preguntaron en Sevilla, y su respuesta apuntó en otra dirección: «Lo que me sorprende es que no está Iago».
Si sigue a este nivel tarde o temprano dará continuidad a su primera vez con la Roja absoluta. Fue el 29 de mayo de 2016 en un amistoso ante Bosnia que acabó con 3-1 para la selección española.
Como si no se hubiera marchado de Vigo en toda su carrera deportiva
ADenis le está pasando algo parecido a Iago Aspas cuando regresó a casa. Parecía que nunca se había marchado de Vigo. Llegada la competición el de Salceda se ha adaptado de maravilla a los mecanismos de Fran Escribá. Seguramente por una mezcla de confianza, mentalización y asumir un nuevo escenario desde el principio. No debe de resultar fácil cambiar uno de los mejores clubes del mundo por otro cuyos objetivos están muy lejos y que la temporada pasada se salvó del descenso en el último partido.
A Denis le costó durante el verano. El propio entrenador hablaba de asimilar los mecanismos e incluso buscó soluciones con un 4-4-2 en rombo en el último bolo, pero llegada la liga no hizo falta ningún ajuste más y Denis ejerció de jugador importante desde el saque inicial del primer partido ante el Real Madrid.
Mentalización
El salcedense sabe bien dónde está y qué representa para su nuevo equipo. Lejos de esconderse comenzó la temporada dando la cara, liderando el juego de ataque en compañía de Iago Aspas ante el Real Madrid, en un partido en donde le creó muchos problemas a Odriozola, los mismos que padeció Piccini siete días después cuando el Valencia visitó Balaídos. Quizás Navas por las características del partido no lo sufrió tanto el viernes, pero a la postre resultó letal al marcar el gol que sirvió para sumar un punto.
Confianza
La que tiene el jugador y la que le ha dado el Celta. El centrocampista ofensivo, ubicado en el interior derecho, se siente bien y con ganas, algo que ha propiciado su club de toda la vida ayudándole en todo lo posible en su vuelta a casa. Además, la afición le ha hecho sentirse importante dentro y fuera del campo. Después de Iago Aspas se ha convertido en el jugador de referencia del Celta.
Excelente estado de forma
Después de un año lleno de lesiones en donde apenas pudo jugar, e incluso entrenar con normalidad, Denis ha recuperado su mejor versión a nivel físico -él mismo admitió que ya apenas tiene molestias-, lo que unido a su excelente calidad, le ha convertido de nuevo en un jugador completo y que con su juego puede ser determinante en cualquier partido.
Sin necesidad de adaptación
Pero por encima de estados de forma y momentos de confianza, lo más importante en este nuevo despertar de Denis es el significado de volver a casa. Da la sensación que de en estos ocho años no perdió la conexión ni con el club ni con quienes lo forman en la actualidad, especialmente la plantilla.
