Mouriño vuelve a denunciar los «incumplimientos» del Concello, al que acusa de «mentir fuertemente»
10 sep 2019 . Actualizado a las 12:06 h.El estadio de Balaídos ha sido uno de los grandes focos de atención de la comparecencia del presidente del Celta, Carlos Mouriño, esta mañana. El máximo accionista del club mantiene su discurso de que el Concello de Vigo está incumpliendo todas las promesas y pactos alcanzados y afirma que los aficionados están empezando a sufrir lo que desde el club llevan tiempo advirtiendo de que pasaría.
Pide Mouriño que cesen las «palabras grandilocuentes» y se vaya a lo importante. «Los comentarios de los directivos y la gente que viene a Balaídos es que ponemos en ridículo el nombre de Vigo por el mundo adelante». Comentó que se habla de Guggemheim -en referencia a las palabras de Abel Caballero- y luego cuando viene la gente le tienen que responder sobre la realidad del estadio, sostiene. «Es difícil explicarlo», dijo.
No respondió directamente sobre si el convenio está roto. «Es un tema complejo, demasiado complicado. Hemos tratado de venir haciendo entender a la gente nuestra postura porque sabíamos que esto iba a desencadenar en lo que desencadenó», subrayó Mouriño. Incide en que se veía que sería «un fiasco, un desastre que no había por dónde coger».
Recordó que se les denegó la compra de Balaídos y acusó al Concello de «mentir fuertemente» al decir que es un bien que no se puede traspasar al club. «Acaba de decir un partido político que sí se puede y nosotros lo sabemos», defiende. «Pero si decimos que eso era mentira estamos en contra de la ciudad de Vigo y jamás fuimos en contra de nadie», apuntó.
También recordó que no se les concede licencia para un estadio nuevo, dejando claro con las mismas palabras ya pronunciadas otras veces que su deseo es no moverse de la ciudad: «Soy celtista y vigués. En la lejanía se despierta un sentimiento no mayor, pero sí diferente. Yo como vigués quisiera que el Celta se quede en Vigo y el estadio se haga; como presidente, buscaré la mejor alternativa para el Celta», pero agotando todas las vías antes de marcharse. «Qué mentira decir que nos queremos llevar al Celta de Vigo. Si nos dan la licencia en Vigo nos comprometemos a hacerlo aquí», agregó.
Se refirió también a las multas que están recibiendo por la iluminación y que no descarta que se puedan traducir en castigos en forma de puntos perdidos. Además, dejó claro que si el club llega a clasificarse para Europa sería inviable jugar en el municipal vigués porque si no se cumplen los requisitos de la liga, mucho menos se alcanzan los mínimos establecidos por la UEFA. «El club tiene un gran prestigio y es una pena perderlo por cosas ajenas el Celta. Esta es una de ellas», analizó.
Lamentó que el Concello «busca las culpas en los demás y nunca las tiene». «Me molesta hablar de esto porque parece que es lo mismo de siempre». Y no descartó, como había dejado caer en alguna ocasión anterior, que la cuestión acabe judicializada por los continuos incumplimientos que denuncia.
En todo caso, señaló también que estaría dispuesto a sentarse de nuevo con el Concello y acercar posturas siempre que antes haya un gesto positivo por su parte, empezando a cumplir los compromisos adquiridos, señaló. «Hágame lo que está pidiendo el aficionado y el Celta y en el momento en que esté hecho, encantadísimos de hablar. Mi preferencia es que el Celta juegue en Vigo, pero no luchar con alguien que te dice una cosa y todos los días se hace la contraria», sentenció.