Aunque el fútbol puede cambiar de un momento a otro, el Levante Unión Deportiva es un equipo en dinámica de crecimiento, gracias a la apuesta decidida de sus rectores por reforzar el plantel y a la manija que tomó un técnico con personalidad notable, como es Paco López.
El entrenador de Silla, forjado en la base, ya dirigió a los filiales del Valencia, Villarreal y al de Orriols, justo antes de subir al primer equipo para el rescate del curso 17/18, cuando eludió el descenso con ocho victorias en once partidos. Ya desde el inicio, su Levante de la pasada campaña fue excelso en la definición, con 59 tantos (cifra que solo mejoraron Barça, Real Madrid y Sevilla), pero encajando 66 dianas. Eso dejó su balance en solo 44 puntos.
El caché del fútbol granota no pasó desapercibido y sus movimientos en el pasado verano levantaron expectación en su entorno. Y es que, tras retener a buena parte de su columna vertebral, el club invirtió 15 millones en Rubén Vezo, Miramón, Clerc, Duarte, Melero y el excéltico Nemanja Radoja, junto a los atacantes Hernani, Sergio León y un Borja Mayoral, por el que tuvieron que pagar para continuar con su cesión.
Los números se han equilibrado y parece que el equipo va mejorando estadísticas de goles encajados. Y eso con el lunar de la defensa de la estrategia, que tocó fondo en Getafe, al encajar cuatro tantos en acciones de balón parado. Al hablar de la zaga levantinista, tampoco se puede obviar sus problemas con las lesiones reincidentes, sobre todo en el caso de los centrales.
El dibujo más utilizado por López Fernández es el del 4-4-2, pero en un equipo confeccionado para enfilar cuanto antes el camino de la meta rival, no se ha resistido a reunir en alguna ocasión a tres puntas, que en su once ideal serían el Comandante Morales, Roger Martí y el citado Borja Mayoral. Para eso puede recurrir a un trivote competente con Campaña, el bien conocido Radoja y el hábil Rubén Rochina. Con el serbio como ancla, también ha dispuesto algún 4-1-4-1, con notable vocación ofensiva.
Y aún le quedan alternativas a Paco para diseñar su parcela ancha, como la del macedonio Enis Bardhi y el cañoncito de su pierna diestra o el montenegrino Vukcevic, que pueden alternarse con Gonzalo Melero, entre otros asiduos en más de un once inicial.
Arriba no se llegó aún a la efectividad del pasado ejercicio y, de hecho, el tope de los seis goles de Roger está mediatizado por el hecho de que tres los anotó de penalti. Los tres de Mayoral saben a poco y Morales solo firma uno, cuando llegó a la decena en las dos últimas campañas. Hernani se ha mostrado muy irregular y Sergio León dista de ser el que fue en Osasuna y Betis.