La falta de gol y la incapacidad para cerrar partidos condenan al Celta a un empate amargo e insuficiente
06 ene 2020 . Actualizado a las 00:21 h.Año nuevo no fue liga nueva para el Celta como proclamaba el club con un eslogan en la previa. Más al contrario. Los celestes acusaron los mismos errores que en el pasado y dejaron escapar dos puntos más. Salir del descenso con el punto sumado es el único consuelo para los célticos. Pero no parece suficiente.
once
Tres novedades y el descarte de Lobotka
La noticia de la previa fue el descarte de Lobotka, pero su ausencia no fue la única novedad en el once de Óscar García Junyent ayer. El técnico apostó por Kevin en el lateral derecho después de que Hugo Mallo hubiera recibido el alta la víspera del partido, además de recuperar a Beltrán para el medio del campo y a Pione Sisto, que había sido suplente en el último partido del 2019, en ataque. Repetía David Costas formando pareja de centrales con un Aidoo que dio el susto en el calentamiento. El esquema fue un 4-3-3.
arranque
De menos a más
El Celta no salió bien al partido y se vio superado por la intensidad de Osasuna en los minutos iniciales. La circulación de balón era lenta, sin profundidad, aunque Aidoo tuvo la primera ocasión clara a saque de córner después de un intento lejano de Pione tratando de aprovechar un error del portero visitante. En un partido trabado en el que los célticos fueron objeto de un sinfín de faltas, con el paso de los minutos fueron sacudiéndose el dominio y mostrando una versión mejor, aunque manteniendo las dificultades para crear peligro de cara a la portería contraria.
cambios
Un revulsivo llamado Juan Hernández
Juan Hernández, que entró por Pione Sisto, fue el primer cambio de Óscar García Junyent. El lorquino, en su segundo partido de Liga en Primera, ejerció de revulsivo y su entrada al campo se notó para bien y se tradujo en un mayor juego por bandas y mayor llegada del equipo vigués.
gol
Segundo tanto de Mina esta temporada
Tras mucho buscarlo y volver a evidenciar una enorme dificultad para ver portería, el Celta lograba el gol a falta de un cuarto de hora. Lo hacía después de que Aidoo volviera a mostrarse como un hombre de claroscuros y, en el mismo partido en que había cometido un error de bulto, daba una gran asistencia a Santi Mina para que anotara su segundo gol de la temporada. Era el reflejo del dominio del equipo vigués, pero la alegría duraría poco.
cuenta pendiente
Incapacidad total para cerrar los partidos
El Celta tuvo opciones de matar el partido con un segundo gol, pero por el contrario, encajó a falta de diez minutos por deméritos propios. El equipo volvió a acusar que su gran asignatura pendiente junto con la falta de gol, y vinculada a esta, es la incapacidad de cerrar los partidos. Apenas siete minutos estuvieron los celestes por delante en el marcador antes de ver cómo el Chimy Ávila, al que habían mantenido a raya durante la mayor parte del encuentro, batía a Rubén Blando para salvar un punto para su equipo.