Rafinha adelantó a los vigueses en San Mamés y el Athletic, que empujó mucho más, terminó empatando de penalti

Xose Ramón Castro
Redactor de Vigo

El Celta vuelve a la zona de descenso en donde casi todos los rivales comenzaron a acelerar, pero el empate de San Mamés, muy sufrido, parece un paso adelante en la lucha por la permanencia. Rafinha, que por fin fue el jugador diferencial que necesita el cuadro vigués, adelantó a los celestes en el segundo tiempo y un penalti transformado por Raúl García le dio el empate a un Athletic que empujó más y que tuvo más oportunidades. Los vigueses recularon demasiado y apenas estuvieron en contacto con el balón en la última media hora.

El Celta, con un 4-4-2 como sistema, sufrió, pero el Athletic también. El primer tiempo fue un intercambio de golpes que acabó sin goles por la pericia de Rubén y la falta de acierto de los celestes. Los vascos salieron en modo galerna y aprovecharon su superioridad en banda para encerrar en su área al equipo vigués a base, sobre todo, de centros laterales. Íñigo Martínez envió el primer aviso, Raúl García estuvo a un palmo del éxito en el segundo intento y un pase filtrado desde la derecha no acabó en gol en propia meta de Murillo -debutante nada más llegar- de milagro.

El Celta tardó, pero cambió la tormenta por el balón y también metió el miedo en el cuerpo a San Mamés. Primero con una penetración de Olaza repelida por Herrerín, que atrapó sin problemas un cabezazo de Rafinha tras un centro encima de la misma línea de fondo del charrúa.

En plena batalla los dos equipos salieron inmunes de las mejores ocasiones. Muniain cabeceó en plancha, solo y a un palmo de la línea de gol, un balón que sacó Rubén de una manera milagrosa y Santi Mina desperdició un regalo de Aspas cuando estaba solo con toda la portería esperándole. Su (especie) de remate se perdió por el lateral de la red.

El Athletic volvió a activar el modo galerna en el inicio del segundo tiempo con ocasiones claras para Yuri y dos balones envenenados de Ibai e Iñaki Williams que no encontraron rematador. Sin embargo fue el Celta el que pegó primero con una buena conducción de Aspas en el sector derecho y un tiro desde la frontal de Rafinha que acabó en el fondo de la red. Poco después, con el 0-1, el hispanobrasileño sacó la magia con un taconazo en la frontal que le plantó delante de Iago Herrerín, pero no pudo superar al portero vasco.

Fue la última ocasión de un Celta que de repente se volvió ultraconservador, perdió todo contacto con el balón y se dedicó a esperar al Athletic, que redobló su empuje. Los cambios de Óscar García también fueron en sentido defensivo (colocó a Pape de interior y sacó a un tercer central como Aidoo) y el partido se convirtió en un frontón en donde el Athletic no adivinaba la manera de superar a Rubén. Hasta que Beltrán cometió un doble error consecutivo: perder el balón en una clara contra y tocar el esférico con el brazo dentro del área en el repliegue del mismo lance. Tiró Raúl García el penalti y engañó por completo a Rubén Blanco.

El empate satisfacía más a los vigueses que a los vizcaínos, que lo siguieron intentando pero el Celta al menos fue capaz de resistir para sumar un punto de esperanza en una liga que se pone cada día más difícil. El punto tiene de momento más valor anímico que aritmético. El domingo, una final para no descolgarse ante el Eibar

Ficha técnica:

1 - Athletic: Iago Herrerín; Capa, Yeray, Iñigo Martínez, Yuri; Dani García, Unai López; Williams (Lekue, m.81), Muniain, Ibai; y Raúl García (Villalibre, m.66).

1 - Celta: Rubén Blanco; Kevin Vázquez, Araujo, Murillo, Olaza; Okay Yokuslu, Rafinha (Denis Suárez, m.79), Fran Beltrán; Brais Méndez (Aidoo, m.87), Iago Aspas y Santi Mina (Pape Cheikh, m.68).

Goles: 0-1, m.56: Rafinha. 1-1, m.76: Raúl García, de penalti.

Árbitro: David Medié Jiménez (Comité Catalán). Mostró tarjeta amarilla a los locales Capa (m.12), Unai López (m.19), Yuri (m.27), Iñigo Martínez (m.83) y a los visitantes Araujo (m.23), Rubén (m.72), Kevin Vázquez (m.92).

Árbitro VAR: Carlos del Cerro Grande (Comité Madrileño).

Incidencias: Partido de la vigésima jornada de LaLiga, disputado en San Mamés ante 41.348 espectadores.