El fútbol del turco gana enteros, metros y repertorio desde la salida de Lobotka
13 feb 2020 . Actualizado a las 21:38 h.Okay Yokuslu llegó al Celta en el verano del 2018, a cambio de seis millones de euros, como un mediocentro defensivo que podría hacer las veces de central, pero en su hoja de ruta no constaba que también pudiera adelantar su posición y jugar más adelantado descolgándose entre la línea de pivotes y la frontera del área rival, función que desempeñó ante el Sevilla desde la entrada de Bradaric al campo y que terminó por ser fundamental para la remontada. Los dos balones que acabaron alojados en la portería hispalense pasaron por sus botas.
«Okay es un jugador que puede jugar en diferentes posiciones y depende del momento, y del rival, sé que puede hacerlo. Hasta ahora no podía hacerlo porque no teníamos un jugador posicional», comentó en su última comparecencia Óscar García sobre su decisión de adelantar al turco y sin confirmar que esa idea llegase para quedarse.
Pero lo cierto es que el catalán ha ampliado su catálogo de recursos y comprobado que Bradaric y Okay pueden compartir once de un modo palmario y más allá del manido «los buenos jugadores pueden coincidir siempre». Con libertad para subir al tener la espaldas cubiertas por el croata, frente al Sevilla el turco, que entró en 65 ocasiones en contacto con el balón (el segundo celeste tan solo por detrás de Rafinha con 70), apareció más allá del medio en las dos jugadas de la remontada. Primero para recoger el pase a un toque de Iago Aspas tras el saque de Rubén y después para tocar hacia Pione Sisto el rechace de Santi Mina que cayó en sus botas. A mayores fue capaz de llevar el balón dos veces hasta el balcón del área, aunque en una de ellas acabó en los suelos fruto del cansancio.
Sus números se completan con 46 pases buenos (el 90 %), tres regates de cuatro intentos y seis duelos aéreos ganados en siete disputas. Le faltó tirar al portería en alguna ocasión.
En esta nueva posición le ayuda su calidad técnica, porque más allá de un futbolista con una talla de 191 centímetros especialista en el corte tampoco se esconden sus dotes para manejar el balón con criterio. Curiosamente, y más allá de la posición, Okay está mucho más liberado desde que Lobotka abandonó el equipo, ya que era el eslovaco el que asumía el rol de descolgarse en busca de sorprender al rival con sus apariciones.
Que Óscar García haya descubierto una nueva oposición para el otomano tampoco quiere decir que vaya a abandonar su ubicación habitual por delante de la defensa (en alguna época se metía entre centrales para cubrir la salida de balón). De entrada, esta por ver cuál será la decisión del entrenador para el partido del Bernabéu en donde los célticos necesitarán hormigón armado para intentar frenar un medio del campo en donde los Casemiro, Valverde y Kroos están brillando con luz propia.
Okay, que apenas contó en el primer tramo de liga (jugó cuatro partidos y solo uno completo) se ha convertido en un intocable en las últimas nueve contiendas, que jugó completas, se ha erigido para muchos en una de las piezas fundamentales para entender el paso adelante del Celta (más en juego que en puntos). Le queda la asignatura del gol. En su primer año en Vigo marcó dos tantos para otros tantos triunfos (en Villarreal y en casa con el Sevilla) y este año no se estrenó. Si mantiene su nueva posición, más cerca del área rival, quizás aumente su cupo de probabilidades.