Desde la llegada del colombiano el equipo encajó cinco goles en seis partidos
27 feb 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Jeison Murillo encontró en Vigo el escenario ideal para recuperar protagonismo en el fútbol y a cambio el Celta encontró un central de garantías para dar el salto defensivo que tanto necesitaba el equipo.
La llegada del colombiano fue una petición expresa de Óscar García Junyent, su principal aval frente a una estadística que indicaba que apenas había contado para Valencia, Barcelona y Sampdoria a lo largo del último año. «No era una época mala, en la vida muchas veces no se va por un camino excelente, hay momentos en que las cosas no salen pero no quiere decir que sea malo. Vengo acá con la intención de retomar la continuidad futbolística y coger ritmo de competencia y aprovechar la oportunidad que me da este club», comentó.
Y los resultados confirman su discurso. Murillo lleva seis partidos con el Celta, todos los de la segunda vuelta, y durante este tiempo el cuadro vigués se ha convertido en el menos goleado con cinco dianas (compartiendo posición con Real Madrid, Getafe y Real Sociedad). «Venía a un equipo que no estaba moralmente en la mejor forma, soy un jugador positivo, me gusta ganar, eso contagia. El equipo tenía y tiene que creer porque tiene talento para no estar en los puestos que se encuentra», comenta sobre el cambio radical experimentado por el equipo a todos los niveles.
Con Murillo en el campo el Celta se hizo impermeable a los centros laterales (una de sus grandes rémoras históricas) y redujo de un modo considerable las ocasiones que genera el equipo rival (el Leganés, en el último partido y pese a jugar con uno más 70 minutos solo disparó dos tiros a puerta). Murillo respondió, además, tanto en el sistema de tres centrales, como jugando con dos.
En poco más de un mes en Vigo, Murillo ya casi suma el mismo número de partidos en liga que en Italia (seis frente a siete) y ahora comienza centrarse en la visita a un Granada en donde vivió sus mejores momentos en el fútbol europeo. Allí estuvo dos temporadas y avisa que «conozco el club, el equipo, la ciudad, tenemos que afrontarlo como once guerreros para sobrepasar a un equipo que está en una buena racha» y que tiene un plus de motivación por su excelente clasificación en Liga y la posibilidad de jugar una final de la Copa del Rey.
Advierte el central que todavía queda mucho para la salvación y que el equipo tiene que seguir creciendo. Si se queda en Primera quizás el Celta sopese la opción de pagar la elevada opción de compra.