El capitán del Celta B relata cómo vive el confinamiento y valora la temporada del equipo
03 abr 2020 . Actualizado a las 13:50 h.El capitán del Celta B, Diego Pampín, ha hablado para los medios del club de cómo está viviendo el confinamiento, además de repasar cómo estaba siendo la temporada tanto del equipo como a nivel personal antes de la interrupción. El canterano quiso «mandar un mensaje a la gente afectada directa o indirectamente, mandarles la mayor fuerza posible a quienes lo pasan mal, porque seguramente saldrán adelante», comentó.
Pampín desgrana su rutina, donde hay tiempo para entrenar mañana y tarde, leer, atender las redes sociales, cocinar y ver series. «Por las tardes me pongo con lo que nos haya mandado el preparador física. Se adapta mucho a tus condiciones, porque hay gente que tiene jardín, bici, otros con mochilas, botellas de agua, alguna goma que puedas tener...», comenta. En su caso, contaba con un par de balones en el coche.
Admite el capitán que extraña entrenar. «Cuando haces lo que te gusta y te lo quitan por necesidad, sí que lo echas de menos. Intento dar algunos toques sin darle a la tele», confiesa. Sobre sus compañeros, dice que la mayoría están acompañados por sus parejas y ninguno tiene a personas cercanas afectadas, lo que hace que se pueda llevar «de otra manera».
El defensa confiesa que cuentan con que el estado de alarma se prolongue aún más tiempo. «De momento lo llevamos bien. Hacemos grupo y ejercicios con el psicólogo. Estamos bastante en contacto», recalca. Considera importante, dentro de tener horarios, que no todos los días sean idénticos. «Hay que variar algunas cositas para evitar la monotonía diaria», expresa. Además, charlas con la familia también es de gran importancia para sentir que están «lejos, pero cerquita».
La temporada del Celta B
Sobre la marcha del equipo este curso, Pampín recuerda que llevaban tres victorias seguidas que les habían permitido abandonar la zona roja. «El fútbol pasa a un segundo plano. Está claro que nos gustaría haber seguido, pero si volvemos a jugar más adelante, si realmente merecemos estar más arriba, que creo que sí, se demostrará», razona.
En lo personal, comenta que la capitanía que estrenó este curso le supuso «un punto de confianza grandísimo», pese a lo que no era capaz de encontrar su «mejor nivel». «Dejé de sumar minutos y encadené por primera vez tres o cuatro suplencias. El míster pensaba que quien mejor podía jugar ahí -en el lateral izquierdo- era Jose (Fontán), un central, y después de Navidades me encontré bien y volví a entrar», recapitula.
La llegada de Onésimo le dio de nuevo confianza, reconoce. «Conseguí esa dinámica de partidos jugados e intentar seguir subiendo el nivel. Estaba bastante bien, con un ritmo bueno, competía bien», remarca sobre las semanas previas al parón. «Estaba encontrando el mejor nivel de este año, me quedaban unos cuantos partidos para coger esa mejor versión mía . Se cortó en ese momento, pero son circunstancias y si se reanuda la liga intentaré volver al nivel donde lo había dejado».
La opción del primer equipo
Pampín señala que el número de canteranos que hay en el primer equipo siempre es «un plus» para la gente de abajo. «Llevo dos pretemporadas con ellos y transmiten eso, que la posibilidad de que un canterano suba al primer equipo es alta». Consciente de que «cuanto mejor sea tu temporada en el filial, más opciones tienes», agradece que el club «tiene en cuenta tu progresión y siempre va a tirar más de la gente de casa. Eso hace que, si te dan a elegir, te acabas quedando en casa porque sabes que está ahí la posibilidad y es una opción buena».