El club vigués disputaba el 7 de marzo el que iba a ser el último partido en semanas
07 abr 2020 . Actualizado a las 09:54 h.El 7 de marzo, hace justo un mes, el Celta cosechaba su segundo empate consecutivo (0-0 en Getafe) y su quinto partido sin perder. En ese momento, nadie imaginaba que iba a ser el último partido en semanas y que el fútbol y la Liga, como la sociedad en general, iban a vivir una situación inaudita y completamente inesperada que aún se polongará durante más tiempo.
Tras esa visita al Coliseum Alfonso Pérez, el Celta empezó a preparar con normalidad el partido que le iba a enfrentar al Villarreal en Balaídos. Primero llegó el anuncio de que ese duelo iba a ser a puerta cerrada y después, de que se suspendían las dos siguientes jornadas y los entrenamientos. Luego vendrían el resto. A estas alturas el Celta ya tendría que haber disputado según el calendario previsto sus duelos ante Valladolid y Alavés y debería estar preprando el de la Real. También tendría que haber habido un parón de selecciones para el que Aidoo y Murillo habían sido preseleccionados con sus combinados nacionales.
Ha sido el mes de ver a los célticos entrenando en casa siguiendo los planes del club. Desde los ejercicios en pareja de Iago Aspas y Okay con sus respectias esposas a David Juncà en el garaje, pasando por Jeison Murillo con su hija, entre otros. Y mientras muchos de ellos se sumaban al #Quédateencaa, Pione Sisto y, más recientemente, Smolov eran noticia por marcharse a sus países. Además, los trabajadores del club se pasaban al teletrabajo.
Llegaron las importantes donaciones del Celta a la sanidad gallega -más de 300.000 unidades de material sanitario aportado-, aparte de la que realizó Denis Suárez a título personal, la colaboración de Hugo Mallo en el crowdfundind de la peña Tropas de Breogán, la donación del excéltico Jota Peleteiro y la aparición de Iago Aspas en el festival solidario de La Liga. El moañés también envió en mensaje a sus vecinos de Moaña y protagonizó un directo de Instagram con Denis, que ejerció de community manager del club en Instagram por un día. Además, Rafinha se ha volcado con la fundación de su familia y el psicólogo del club, Joaquín Dosil, lanzó el proyecto Píldoras solidarias.
Desde el club ha habido varias iniciativas para amenizar estos días a los aficionados. La más emotiva y aplaudida, las llamadas de los jugadores a socios históricos en los últimos días. Pero ha habido más: desde pequeños juegos a través de redes hasta la emisión de partidos en YouTube. También se organizó una rueda de prensa virtual con Óscar García Junyent -que ha enviado varios mensajes, enseñado cómo teletrabaja e incluso se sumó al reto del papel higiénico como muchos de sus futbolistas- y se realizaron entrevistas a Murillo, Smolov, Diego Pampín -capitán del filial-, Álex Andújar, Cota o Miñambres. Hace unos días, Álex Abalde explicaba que el Celta Integra también sigue trabajando en casa.
Para la afición han sido días de revivir partidos, ya fuera viéndolos de nuevo televisados o compartiendo vídeos e imágenes. A través de la cuenta de Twitter de Grada de Río, de hecho, se ha ido creando este mes un hilo con partidos para el recuerdo a petición de la afición, ya fueran duelos recordados por todos o especiales de manera individual para quienes los pedían. Algunos celtistas se han sumado a retos como el #11decasa o el once del Celta sin repetir país y muchos comentaron a propuesta de esta web cuáles fueron los entrenadores que más les marcaron.
Los torneos de FIFA fueron otro de los recursos ante la falta de fútbol real. Kevin Vázquez -que lanzó a través del Celta un mensaje animando a los estudiantes a hincar los codos como hace él- participó en el de Ibai Llanos, donde cayó ante Lucas Pérez. Fran Beltrán se sumó al de los internacionales sub-21 y el jugador oficial del Celta, Pablo Zamorano, fue el único español en la competición organizada por el Leyton Orient inglés. El club vigués renovó, además, su compromiso con el fomento de la donación de sangre y se conocieron las historias de peñistas del Celta que ejercen de sanitarios.
El nuevo ritual en esta etapa de confinamiento son los aplausos en los balcones a las 20.00 horas. Y el celtismo tampoco ha sido ajeno. La Rianxeira, canciones de Keltoi! o el Himno del Celta han sonado en más de un rincón no solo de Vigo, sino de Galicia, después de esa ovación a los sanitarios convertida ya en costumbre.
En este tiempo se ha sabido de algunos excélticos, desde Toni Dovale, que aprovecha que no puede volver a Asia para hacer prácticas de farmacia hasta Túñez, que sigue entrenando en Tailandia o Falagán, que pasó la cuarentena y ahora vuelve a la relativa normalidad en China. Y el canterano Yelco Alfaya fue el primer deportista gallego en dar positivo por coronavirus, aunque afortunadamente ya no tiene síntomas, según contaba hace unos días. Y Marcelo Díaz sorprendió con su teoría sobre el virus.
Aunque por razones ajenas a la pandemia, el Celta despedía en este mes a dos personas que formaron parte de la historia del club: el entrenador Radomir Antic ayer mismo y el exjugador Máximo Hernández. Además, y en este caso sí como consecuencia del virus, Míchel Salgado perdió a su suegro, Lorenzo Sanz.
