Jorge Cuesta: «Los jugadores que llegan y se mantienen lo consiguen por su mentalidad»
GRADA DE RÍO
El entrenador del Celta Juvenil A destaca la importancia de otros talentos aparte de «jugar bien a la pelota» que son claves para llegar al fútbol profesional
10 may 2020 . Actualizado a las 21:19 h.El entrenador del Celta Juvenil de División de Honor, Jorge Cuesta, mantuvo un coloquio digital en fiebreFútbol TV con sus homólogos del Zaragoza y del Villarreal, Iván Martínez y David Pérez. Durante la charla, reflexionó sobre algunas claves de la filosofía de cantera del club vigués.
Cuesta, que vive su undécimo año en el Celta y noveno como entrenador -tras comenzar como preparador físico- lleva al Juvenil A por tercer año. Considera clave «entender la categoría en la que estás y la edad con la que trabajas» y, en ese sentido, busca «la honradez más que la justicia». «Somos equipos que tenemos que sacar jugadores y tienes que tomar determinadas decisiones que igual no son del todo justas para tu colectivo o tu manera de pensar, pero sí son honradas con la profesión que tenemos», al ser un equipo de cantera con los condicionantes que tiene la División de Honor Juvenil.
Recordó que hay jugadores que no entrenan con el juvenil durante la semana, «suben, bajan...» y comentó que cree que se le da el trato de jugadores especiales a «demasiados». «Jugadores especiales hay muy pocos. Son demasiados los que se creen que la potestad de que les demos la camiseta que ponga especial detrás», valoró. En su caso, la clave para dormir tranquilo no es tanto ganar como que un jugador llegue a pensar «hostia, tío, no me pusiste pero eres legal conmigo» o «no me lo merecía tanto, pero entiendo por qué».
Cuando se trata de jugadores que están a caballo entre juvenil y filial o que van a selecciones, es fundamental «la gestión del talento y del equipo», a ojos de Cuesta, partiendo de que «todo entrenador quiere poner el talento de los jugadores al servicio del equipo». También tiene en cuenta los entornos sociales y las circunstancias de cada futbolista: «Si a nosotros nos afecta, más a un niño de 17 o 18 años». En el aspecto deportivo cree mucho en «el trato igual entre jugadores», de ahí que le cuesta ante esos que llama especiales y que «son muy pocos, y más a estas edades que aún no han hecho nada en el fútbol».
Además, el concepto de talento para Cuesta va más allá de «jugar bien a la pelota». «Actualmente, los que están llegando y se mantienen es por la mentalidad que tienen», destaca. Es la manera de enfrentarse a escenarios del fútbol profesional como «luchar por el descenso, no jugar, salir quince minutos y no entrar en el partido...» y poder sobreponerse a ellas.
Puso el ejemplo de que en su equipo tres jugadores que estaban yendo convocados con el filial acabaron jugando con ellos desde final de año. «Esa apuesta de club da oportunidad a seis jugadores: esos tres de ir al filial y tres que no iban a jugar en el Juvenil, de hacerlo». Pero genera situaciones complejas. «Si no juegan, nuestro deber como entrenadores es formar para el primer equipo y no puedo tener a un chico de 18 años sin jugar porque otro está jugando bien. Si el que está en el filial está allí, es porque se considera que a día de hoy es mejor que el otro», analiza.
A partir de ahí, el planteamiento de Cuesta es que el que en teoría es mejor debe demostrarlo. «Tengo jugadores que vienen a entrenar el sábado o viernes y sábado para jugar el domingo. Les digo que lo mínimo que tienen que hacer es tener el respeto de dar ejemplo de actitud en los partidos y entrenamientos en los que esté». El problema aparece cuando «un jugador que se considera importante no entrena bien y no rinde», recordando que todos quieren que un jugador al que se considera bueno llegue y solucione el partido. «Trato de ser lo más directo y justo con ellos para que no haya problemas».
Explicó también Cuesta que para él la formación no debe servir de excusa para no conseguir un buen rendimiento. «Con los equipos que tenemos, si formamos bien, el equipo va a tener rendimiento. Si somos sextos o séptimos, o no tienes buenos jugadores para llegar al fútbol profesional o los estás formando mal», opina. Porque su punto de vista es que ganar una liga es consecuencia de esos dos factores: disponer de buenos futbolistas y formarlos de la mejor manera. Asegura que no tiene problema en asumir la importancia del rendimiento porque «al año siguiente se lo van a pedir» y hay que gestionar situaciones como que «hay un compañero que entrena como un cabrón y si fallas, te quitará el puesto, algo a lo que no estás acostumbrado porque llegaste al filial, eres bueno y has jugado siempre».