El excéltico Planas cuenta cómo vive el confinamiento en Chipre

Efe VIGO

GRADA DE RÍO

R. OTERO

Actual jugador del AEK Larnaca, comenta que la situación allí ha estado siempre bajo control

08 may 2020 . Actualizado a las 11:35 h.

El defensa español del AEK Larnaca y excéltico Carles Planas afirmó este jueves que, en Chipre, «la situación está muy controlada desde el primer día». «Aquí vieron cómo estaban las cosas a nivel internacional y se tomaron decisiones muy pronto. Se ha hecho muy bien. Se anticiparon a la expansión del virus y cerraron las fronteras tan pronto como se dieron los primeros casos», explicó el lateral catalán.

El tambén exfutbolista del Barcelona y el Girona, además de internacional con las categorías inferiores de la selección, vive solo en un piso en el centro de Larnaca, la tercera ciudad de un país que ha registrado, hasta este jueves, 883 contagios y 15 muertes. La mejora de la situación, que se ilustra con el hecho que durante el miércoles no se produjo ni una muerte a causa de la covid-19, ha permitido que los chipriotas tengan ahora un poco más de libertad. «Aunque desde el primer momento hemos podido salir de casa a hacer deporte», matizó.

Carles Planas llegó a Chipre el pasado verano procedente del Girona -al que a su vez llegó tras terminar su contrato en Vigo-, con el que en las dos temporadas anteriores, en las que estuvo castigado por las lesiones, solo pudo disputar 14 partidos en Primera. En el AEK Larnaca comparte vestuario con otros diez futbolistas nacidos en territorio español.

Para controlar a la población durante el confinamiento, el gobierno de Chipre puso en marcha un sistema a través del cual los habitantes del país debían enviar un mensaje SMS a una centralita: «Teníamos que poner el DNI, el código postal y, de acuerdo con una circular que nos enviaron, el código de lo que ibas a hacer, ya fuera salir a comprar al súper o a la farmacia o a hacer deporte, por ejemplo».

«Los primeros días tan solo podías salir una vez al día, entre dos y tres horas, así que tenías que escoger, pero ahora ya se puede salir tres veces. Una vez recibes la respuesta, al momento, puedes salir, y cuando te para la policía por las calles, les enseñas la autorización y te dejan seguir», explicó el jugador. Planas añadió, entre risas, que todo este proceso debe hacerse desde un número chipriota. «Así que tuve que salir a comprarme una tarjeta de prepago como las que teníamos hace muchos años en España porque con el número español no funcionaba».

«Todo va volviendo, poco a poco, a la normalidad. Los centros comerciales aún están cerrados, pero cada día se ven más negocios abiertos», apuntó el defensa catalán, de 29 años, más preocupado «por lo que pasa en casa que por lo que pasa aquí» y en contacto diario con sus familiares y amigos.

«En España parece que empieza a salir el sol, que se empieza a ver la luz, pero la situación es jodida. Ha sido muy jodida. Ahora que se tienen más libertades, la gente tiene que ser consciente, responsable, y lista, para no volver atrás», advirtió Planas, que, desde que el campeonato chipriota se suspendió, 'sine die', a mediados de marzo, ha seguido entrenándose en casa, a la espera de que se retome la Liga.

En Chipre, los doce equipos de la primera división, la First Division, se enfrentan primero en una liga de 22 jornadas y, después, los seis primeros clasificados disputan una liguilla para determinar el campeón, que se clasifica para la fase previa de la Liga de Campeones, y los dos equipos que van a la fase de previa de la Liga Europa, mientras que los seis últimos juegan otra liguilla para determinar los dos equipos que descienden cada temporada.

De estas diez jornadas, en las que los puntos logrados por los conjuntos se añaden a los sumados en las primeras 22, tan solo pudo disputarse una antes del parón provocado por la pandemia. «No sé cuándo se retomará la liga, pero, en principio, el 18 comenzaremos a entrenar todos juntos, aunque sin poder utilizar el vestuario» precisó el lateral del AEK Larnaca, que en estos momentos se encuentra en la quinta posición, con 35 puntos, a once de Omonia Nicosia de los españoles Jordi Gómez y Christian Manrique y del Anorthosis de Rubén Rayos, y a solo cinco del APOEL Nicosia y de los puestos que dan acceso a las competiciones europeas.

«Nuestro objetivo, desde el principio, es entrar en Europa. Estábamos en una buena dinámica. Y todavía quedan 27 puntos por disputar», recordó Planas, uno de los 24 futbolistas nacidos en España que compiten en una liga en la que solo cuatro de los 12 conjuntos participantes no tienen ningún español: el APOEL Nicosia, el Ethnikos Achnas, el Olympiakos Nikosia y el Pafos.

«Es una competición con mucho nivel, con grandes jugadores y equipos muy buenos. Te ofrece la posibilidad de competir en una primera división y de pelear por jugar en Europa. Y aquí, además, se vive muy bien. Es un país muy tranquilo. Y el AEK Larnaca es un club muy serio y competitivo. Vine aquí sin saber demasiado bien qué me encontraría, pero estoy muy contento», sentenció Planas.