El jugador del Celta cuenta cómo se está sintiendo en estos primeros días de vuelta al trabajo
15 may 2020 . Actualizado a las 10:14 h.El céltico Denis Suárez fue entrevistado ayer mediante un directo en Instagram por espndeportes en el que habló de la vuelta al trabajo, detallando cómo se están organizando en estos primeros días. Comentó que está yendo «bien, pero diferente» e insistiendo en que resulta «un poco raro». «Realmente veo a mis compañeros de lejos, no comparto nada con ellos. No nos podemos ni pasar el balón», profundiza.
Detalló el salcedense que llegan en grupos de seis jugadores. «Si mi grupo empieza a las 11.30, uno tiene que llegar a las 11.28, otro 11.24, otro 11.22... Cada jugador, con guantes y mascarilla, aparca, entra, te avisan para que pases, coges las botas, te pones las zapatillas y vas al campo a calentar los seis que tocan». Luego se dividen tres en un campo y tres en otro. «Los grupos van cambiando, pero hay compañeros a los que no recuerdo haber visto aún. Es súper raro».
Denis sostiene que es partidario de volver a volver, aunque también repitió que no estaba «muy de acuerdo con el tema de los test». «Pero la liga es una empresa, los compra y nos los hacen. A partir de ahí, nos los han hecho y la mayoría de equipos somos negativos», recordó. Aun así, volvió a reflexionar sobre que, por ejemplo, los trabajadores de supermercados están mucho más expuestos. «Nosotros llevamos mascarilla y guantes y prácticamente no tenemos contacto, el riesgo es casi nulo», indicó.
Consciente de que «todo el mundo tiene ganas de que vuelva el fútbol», añade el canterano que «no sería justo ni para los equipos que están arriba» ni para los que, como el Celta luchan «por otras cosas» que no se concluyera el campeonato. «Creo que hay que jugar y hay que acabar. Mañana empieza la liga alemana y ojalá que nosotros también volvamos pronto».
«Hay que salvar la temporada y luego pelear por lo que queremos»
En cuanto a la temporada del Celta, admitió que se generaron unas expectativas -«yo el primero»- que no se han cumplido. «En teoría el objetivo era estar arriba y empezamos súper bien: le competimos al Madrid en casa, ganamos al Valencia, competimos en Sevilla y luego tuvimos un partido trampa contra el Granada, cuando aún no se sabía bien lo que era roja y lo que no con el VAR y estábamos con dos menos en el minuto quince», relató.
A continuación, rememoró, vino el empate a domicilio frente al Atlético. «Empezamos bien, pero se nos atragantaron los partidos contra equipos que si ganas es donde te marcas los objetivos de dónde vas a estar». Considera que empezaron a dejarse puntos. «No ganábamos, no acabábamos de coger la línea. Te ves ahí abajo, van pasando las jornadas y no sales».
Suárez comenta que «todo el mundo que ve la plantilla se pregunta qué hace el Celta ahí abajo», pero es consciente de que «ahora hay que salvar la temporada», pensando ya en «pelear el año que viene» por lo que quieren y les «exige» el club. «Algunos hemos venido aquí por eso y el Celta ha hecho un gasto económico importante para pelear por estar entre los siete primeros».
Las bromas de Aspas
A nivel de vestuario, recordó los jugadores más bromistas con los que se ha cruzado en cada equipo con el que ha estado. Con el Celta no tiene dudas: «Iago no es muy hablador, pero cuando la suelta tiene su punto». Preguntado por los espectadores por Araujo dijo que «es muy bueno y muy buena persona, juega prácticamente todo». «Le llamamos el wey, siempre está hecho pedasos todo el día», bromeó.
Repasando su carrera, comentó sobre lo vivido la pasada campaña en el Arsenal que al lesionarse al poco de llegar, intentó seguir como fuera porque llevaba tiempo queriendo ir a ese club y no quería aceptar que se acabara tan pronto. «Pero no podía porque me moría de dolor. Me hubiera gustado tener la oportunidad de estar físicamente bien y jugar, que no la tuve», lamentó.