Míchel Salgado: «La gran dificultad en el fútbol de base es el equilibrio entre formación y competición»

La Voz VIGO

GRADA DE RÍO

M.MORALEJO

El excéltico analiza el planteamiento de su academia y habla de su vínculo con el Celta

22 may 2020 . Actualizado a las 09:02 h.

El director de la cantera del Celta, Eduardo Covelo, y el excéltico y actual responsable de la Spanish Soccer School de Dubai, Míchel Salgado, participaron ayer en una charla organizada por el club vigués en la que abordaron la transformación digital en relación con la cantera. Ambos dieron sus puntos de vista sobre en qué medida y de qué manera se debe haber uso con los más pequeños de los nuevos recursos que ofrece la tecnología.

Salgado comenzó explicando que más allá de todas las opciones tecnológicas, para él «lo primeros son lo entrenadores». «Me he rodeado de españoles, porque allí se está haciendo un trabajo espectacular con los técnicos, se ha pegado un salto cualitativo enorme», ahondó al tiempo que expresaba su punto de vista de que «los clubes invierten muy poco en entrenadores de formación, están mal valorado, en algunos casos les cuesta dinero» de modo que entiende que las entidades «se están llevando muchos resultados con poca inversión».

El canterano insistió en que lo primero en su academia son los entrenadores, «el trabajo que están haciendo y que tengan claro cuál es su rol». Satisfecho con el trabajo que se está haciendo, explicó que sus técnicos deben reinventarse cada año por las pérdidas que sufren de futbolistas cuyos padres están de paso en Dubai por motivos laborales. «Está todo basado en el fútbol español y después de siete años estamos compitiendo a un nivel muy importante. Estamos orgullosos de lo que estamos haciendo, dando la cara en torneos en España contra equipos con otro presupuesto, metodologías claras y jugadores casi semiprofesionales», valoró.

También reveló que trabajan «de la mano del Celta, enviando a chavales que se ve que pueden estar a un nivel competitivo en el futuro y que está a la altura de lo que el club requiere». De ese modo, acuden a jugador algunos torneos internacionales y, afirma Míchel, están teniendo «una respuesta muy buena». Aparte de lo deportivo, dan gran importancia a ofrecer «una educación deportiva a los chicos», más de 1.200 actualmente. «Está dando sus frutos antes de lo que esperábamos», añadió.

Observa Salgado que la manera de formar a un niño de 5 a 8 años se ha modificado mucho desde la época en que él vivía esa fase. «Los técnicos que tuve en la cantera me dieron muchas cosas, estoy muy agradecido, por eso he sido futbolista. Pero el fútbol ha evolucionado a otras cosas», recalca. Porque en su época en la base del Celta, dice, «tenías un sistema, pero no entendías mucho lo que hacías en el campo. Empezabas como interior derecho y si acababas en el izquierdo tampoco pasaba nada».

La primera vez que usó GPS fue ya en el Real Madrid y también está herramienta ha experimentado una gran evolución, subraya. Tampoco es partidario de su uso temprano. «Lo usaría desde cadete o incluso juvenil, igual que no soy partidario de que tengan agentes antes, porque pueden creerse figuras, pensar que no tienen que estudiar... Hay una serie de cosas en la educación futbolística que no se deben acelerar». «La gran dificultad en el fútbol de base es el equilibrio entre la formación y la competición. Siempre está esta pregunta y es cierto que si no le enseño al chico a ser competitivo no va a estar preparado cuando llegue el momento de ser profesional».

«El mal uso de la información puede ser negativo»

Reflexionó también Míchel sobre el error exceso de información a los futbolistas, ya sean niños o adultos. «Me acuerdo que decía Ronaldo al míster: ‘Moita auga mata á planta’. La información, si es demasiada, el jugador no la guarda. Es preferible darle dos o tres datos en una semana que 50 nuevos. El mal uso de la información puede ser negativo». Incluso cre que puede serlo más «para un profesional que cree que no sabe todo y no es tan dado a asimilar» que para un niño que «quizá está más abierto a recabar información porque sabe que está en época de aprendizaje».

Considera clave la sincronización entre el analista y el técnico. «Tienes que transmitirle lo que quieres, cuando te empieza a conocer es mucho más fácil y les sacas más jugo a los datos». Puso un ejemplo de un dato sobre el Celta que obtuvo de un software de La Liga. «El Celta era un equipo de posesión, pero el segundo menos efectivo marcando goles en posesión, mientras que era el segundo o tercero marcando gol después de robo de balón. Es un dato que, si lo analizas, puede valer de mucho como entrenador del Celta o rival», en la medida en que de ahí deduce que «el equipo es efectivo cuando roba y si le das el balón sufre, porque tiene calidad pero no desarrollo del juego en la fase final».

«Lo que no puedes comprar es calidad»

Convencido de que el sobreuso de la información «es negativo», también considera que «los datos valen para poder convencer al niño y cuando ve algo nuevo, no es que se lo diga el míster, lo dice el análisis». Pese a ello, a edades tempranas prefiere «un entrenador tirando de invención que una máquina, porque el roce es mucho más en el campo que en una jaula». Comentó que en Dubai los clubes son dados a invertir y que si piden cualquier tecnología, la tendrán. Sin embargo, recordó que «lo que no puedes comprar es calidad».

En ese sentido, puso un ejemplo claro del caso de Celta. «Como nos falle Aspas, aunque metas la maquinita, es jodido, lo pasamos mal», profundizó. Redundaba así en su planteamiento inicial: «Hay que buscar el equilibrio sin distanciarnos del juego. El fútbol es un juego que todos amamos y no quiero decir que sea una burbuja cerrada, pero hay que buscar que lo que venga de fuera sea la información correcta que ayude para que sea más fácil».

Puso también el ejemplo de su hijo Miguel, canterano céltico que comenzó la pretemporada lesionado. «He visto sus datos básicos de minutos jugados. Llegó a la pretemporada tras una lesión de sartorio con un nivel más bajo que el resto. Implica que sufre a nivel psicológico y fue el quinto o sexto con menos minutos», indica. Superada la lesión, en la segunda vuelta pasó a ser el cuarto o quinto con más minutos.