David de Dios: «Vengo de años en la formación y me apetecía un estímulo nuevo»

míriam v. f. VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

Oscar Vazquez

El hasta ahora técnico del a base del Celta da el salto al Rápido, en Tercera, tras quince años en A Madroa

01 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Quince temporadas después, David de Dios dice adiós al Celta. Lo hace lleno de agradecimiento al club que le ha formado como entrenador, dice, y también ilusionado con su nueva etapa al frente del Rápido de Bouzas, en Tercera. Aunque dirigió una temporada al filial celeste en Segunda B, será su primera experiencia fuera del fútbol formativo.

-¿Tenía decidido dejar el Celta o fue a raíz de la propuesta del Rápido?

-No, fue a raíz de que me llamó el Rápido para un proyecto interesante para el que contaban conmigo. Decidimos cambiar porque es una nueva experiencia, un nuevo estímulo y creo que una buena oportunidad.

-¿Qué le sedujo del proyecto para decidir dar este paso?

-Primero, la persona que me llamó, Álex Martínez, al que conocía de A Madroa. Es una persona seria, que hace las cosas bien, con mucho conocimiento de fútbol. El Rápido viene de una dinámica negativa y él llega con mucha ilusión, transmite confianza y eso de da un impulso para aceptar.

-¿Qué supone en lo personal?

-Es un reto importante, diferente. Vengo de muchos años en la formación y es un pasito más a la hora de competir, ya hay que sacar resultados. Me apetecía ese estímulo diferente al que tenía hasta ahora y estoy muy contento.

-¿Tiene una espina clavada por la temporada del Celta B que acabó en descenso?

-Espina, no. En el fútbol pasan muchas cosas y no siempre van a ser buenas. Pero pasó hace siete u ocho años, es una categoría diferente, con jugadores diferentes y yo, como entrenador, también soy muy distinto.

-¿Cómo ha evolucionado?

-A medida que acumulas experiencias, vas aprendiendo las mejores maneras de reaccionar ante los estímulos que se te pueden presentar en competición y con los jugadores. Adquieres más capacidad para solucionar problemas dentro y fuera del campo y te vas curtiendo en muchas cosas Eso favorece a la hora de tomar decisiones en categorías mayores como Segunda B o Tercera, donde el trato tiene que ser diferente a los jugadores de formación.

-¿Había tenido en estos años más propuestas de esas categorías?

-Algunas hubo, pero no eran compatibles con mi trabajo. En este caso, me dan todas las facilidades y han apostado fuerte. Te anima cuando vienen con seguridad y ganas, sin un ápice de dudas. Esa ilusión en gente muy buena en el mundo del fútbol te hace pensar: «A este barco me quiero subir».

-¿Con qué se queda de estos quince años en el Celta?

-Hay muchos momentos buenos, menos buenos y algunos malos. En tanto tiempo tiene que pasar de todo. Lo normal sería quedarme con el año que fuimos subcampeones de España (con el equipo juvenil), pero no, me quedo con mi última temporada en el Juvenil. Fue complicada, teníamos que ganar la Liga pero había equipos mejores. Dimos un paso al frente y aquello me hizo madurar mucho, pero también me desgastó y ahí tomé la decisión de apartarme un poco.

-Ahí, en el 2017, anunció su marcha, pero regresó. ¿Qué pasó?

-Estuve fuera creo que dos o tres horas. Me habían hecho una propuesta, no llegamos a un acuerdo y me fui a casa. Luego el entrenador del filial, Rubén Albés, necesitaba una analista y me lo propusieron. Era una manera diferente de ver el fútbol, más tranquila y con un gran entrenador. Pensé que me podía venir bien para formarme sin estar expuesto, trabajando en la sombra con más tranquilidad.

-¿Teme cómo pueda afectar la pandemia a la planificación de este nuevo proyecto?

-Nos pasa a todos los equipos, estamos a expensas de cuándo empieza la temporada, que es lo que va a marcar los tiempos. Por ahora estamos más que nada viendo nuestra plantilla, conociendo lo que tenemos.

-¿Su idea es hacer muchos cambios en la plantilla?

-Prece que cuando las cosas van mal, los jugadores son malos y al revés, pero hay que mirar más allá. Muchos han peleado por ascensos a Segunda B. Entras en una dinámica negativa y hay que analizar por qué y tomar decisiones. No se trata de limpiar todo, hay jugadores muy valiosos. El Rápido tiene 106 años de historia y estar en Segunda B es algo anormal. Volver a Tercera no se puede tomar como un drama. Parece que eso es lo que ha hecho entrar al equipo en depresión y es lo que queremos cambiar.

-¿Están las puertas del Celta abiertas para el futuro?

-Ojalá, por mi parte espero que sí. Nunca sabemos lo que puede ocurrir en el fútbol, el comportamiento de ambos, mío y del Celta, siempre ha sido ejemplar. Nunca nos hemos peleado, nos dijimos lo que nos teníamos que decir con el máximo respeto y estoy muy agradecido por las oportunidades que me han dado. 

-¿Cómo ha cambiado la cantera del Celta durante estos años en que ha formado parte de ella?

-Llegamos en un momento malo, a punto de descender a Segunda B y de la cantera se tiraba poco. Llegaron el presidente y un grupo de trabajo que empezamos a tirar juntos y poco a poco el club ha saneado las cuentas, está en Primera, la cantera funciona muy bien y no hay duda de que va a seguir así, poruqe el grupo de A Madroa está formado y vana  segir rodos a una. Cada jugador que ha subido lo ha hecho porque es buen futbolista y porque detrás hay trabajo de mucha gente.

-¿Cómo se siente al ver en Primera a canteranos a los que ha entrenado?

-Muy contento, evidentemente. He tenido a Santi, Brais, Hugo, Rubén, Kevin, Costas que ahora está cedido, Jonny que se fue... De los de ahora, menos Iago casi todos y ojalá suban muchos más. Pero es un proceso que no te da tiempo a asimilar, porque mientras ellos están arriba, tú ya estás pensando en los siguientes. La rueda va rápido, siempre piensas en más en fabricar a otro que en lo que se ha conseguido. 

-¿Cuál es su balance de estos años en el Celta?

-Muy positivo. Al final, entré con 24 años y toda la formación y lo que he aprendido me lo ha dado el Celta. Estoy agradecido al club, a los directores de cantera desde Toni Otero, Carlos Hugo... Todos los que he tenido. Digamos que el Celta ha formado a David de Dios como entrenador de una determinada manera y eso es de agradecer. Ahora, lo que me ha dado el Celta intentaré aplicarlo en un contexo diferente.