Aspas y el gaditano se buscaron y se asociaron como si no hubiera pasado el tiempo
22 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Nolito es un jugador agudo por partida doble, por su apellido y por su fútbol afilado, punzante, vivo, expansivo. Y, viéndolo al lado de Iago Aspas, cabe traer a colación la célebre frase de Fray Luis de León en su retorno a las aulas después de pasar tres años en prisión: «Como decíamos ayer...». Porque los dos delanteros se buscan, se encuentran y se asocian como si no hubiese pasado el tiempo. Tardaron solo dos minutos en conectar dentro del área vitoriana y propiciar una buena ocasión de gol. Chutó Denis Suárez y se lució Roberto.
El «como decíamos ayer» también se podría aplicar observándolo en la grada, cómo celebraba cada gol de sus compañeros, o al acabar el partido, intercambiando saludos con la satisfacción del deber cumplido, como si nunca se hubiese ido del escenario en el que ha dado su mejor nivel. Hay química.
Solo faltó el público
Nolito pudo disfrutar de un retorno en llano, con el partido encarrilado tras el inapelable 4-0 de la primera parte. Solo faltó el público, ausente por imperativo legal, para completar un día muy redondo en Balaídos.
El punta andaluz salió tras el tiempo intermedio y enseguida se pegó a la banda izquierda. Ahí tiene su hábitat natural y por ese costado cargó más el juego el equipo en la segunda mitad. No acusó la falta de minutos en Sevilla y tampoco se le puede achacar falta de acoplamiento.
Curiosamente, no consiguió sacar brillo a una de sus mejores cualidades, la capacidad para regatear y desbordar. Pero está llamado a darle al equipo algo de lo que venía adoleciendo: profundidad, además de veneno en los últimos treinta metros del campo.
Nolito siempre tiene la portería rival bien enfocada en su radar y sabe buscar la espalda de la defensa con naturalidad como pocos lo hacen. El mejor ejemplo, que no el único, fue el gol de Santi Mina. Lo vio galopar por el retrovisor, acomodó el pie como si fuese una cuchara y dibujó una parábola por encima de los centrales. El ariete se encontró con un balón limpio, con la defensa totalmente superada. Y no perdonó.
El delantero de Sanlúcar de Barrameda ha vuelto, y conserva galones. En el segundo penalti, con Iago Aspas ya descansando en el banquillo, se dirigió a los once metros con decisión y sin que nadie le discutiese el derecho a ser el elegido. La ejecución fue impecable en precisión y colocación.
Junto al regreso de Nolito, la mejor noticia para el Celta fue la sociedad Rafinha-Denis Suárez. Cuando los jugadores con duende están inspirados todo parece mucho más sencillo.
«Tenemos que seguir apretando el culito todos», dijo el gaditano
Nolito se mostró feliz por el triunfo y la manera de volver al Celta. «He tenido la suerte de que me lo han dejado tirar (el penalti), he hecho una asistencia y qué mejor que ganar y aún encima meter», admitió el gaditano. En todo caso, recordó que toca «apretar, quien juegue más y quien juegue menos, porque si no cualquiera te gana».
El sanluqueño no es partidario de recrearse en la euforia: «Tenemos un partido el miércoles, otro el sábado y hay que apretar el culito todos, los que juegan más y menos», incidió.