Óscar García optó por salir con una defensa de cinco con múltiples caras nuevas
08 jul 2020 . Actualizado a las 05:00 h.En época de selectividad, a las novedades del once del Celta le tocó el examen más difícil. Óscar García optó por salir con una defensa de cinco con múltiples caras nuevas. La vuelta de Hugo Mallo a la derecha, además de la incursión de Aidoo y Jorge Sáenz, este último por la sanción de Araújo, fueron las principales noticias de una formación que buscaba resguardarse y empezar a construir con el paso de los minutos.
Pero todo se puso en contra demasiado pronto. En el uno de juego, en la primera jugada del partido, todo el esquema se le vino abajo al técnico celeste. En un Balaídos de nuevo vacío, la defensa céltica fue espectadora de lujo de una jugada desde la derecha del ataque atlético que acabó manso en las botas de Álvaro Morata para rematar en absoluta soledad a gol en el corazón del área.
Tocó remar a contracorriente contra el peor. El Atlético es uno de esos conjuntos que no cede un centímetro en falso, y, si lo hace, recula para recuperar por completo en apenas unos segundos. Además de cogerles completamente adormecidos, los cinco de la defensa encontraron bastantes problemas para iniciar jugada en los primeros tramos. Mucho toque para poco peligro en una primera mitad en la que los de celeste ni pasaron a saludar a Jan Oblak.
Jorge Sáenz, ante los grandes
Volvió a repetir de inicio el joven central canario ante el Atlético, igual que lo hizo frente al Fútbol Club Barcelona. Otro encuentro en casa y, al igual que en aquella ocasión, Sáenz repitió en defensa de cinco, gozando de libertad y autonomía para sacar el balón jugado. En el encuentro frente al equipo colchonero, sin Araujo, tuvo más incidencia en este aspecto aunque se mostró dubitativo.
Tampoco estuvo especialmente atinado en las marcas, donde Correa le exigió salir de posición todo el partido para buscarle las cosquillas. En una de esas recibió amarilla por una entrada a destiempo sobre el argentino. Desde ahí se le abrió una tesitura complicada para los de Óscar: la de aguantar con dos de sus tres centrales apercibidos y con el inexperto Fontán como único recambio.
Hugo Mallo firmó un encuentro notable a pesar de enfrentarse a un lateral como Lodi, quién buscó la espalda hasta que salió sustituido por Vitolo. Al final, la defensa céltica aguantó el tipo y pega otro bocanada de aire a la permanencia.