A frenar la peor racha de Óscar

la voz VIGO

GRADA DE RÍO

Irina R. H. / AFP7 / Europa Pres

El Celta, que sumó 3 de los últimos 15 puntos, nunca había estado cinco partidos sin ganar desde la llegada del técnico catalán

16 jul 2020 . Actualizado a las 08:55 h.

Óscar García Junyent acumula 24 partidos como entrenador del Celta y desde su llegada en el mes de noviembre el Celta nunca había estado cinco jornadas sin ganar como sucede en la actualidad. Los vigueses vencieron su última contienda en Anoeta el pasado 24 de junio y desde entonces encadenan tres empates y dos derrotas, lo que ha retardado la salvación matemática. Evitar que la racha se prolongue a seis jornadas significaría que la permanencia sería un hecho.

Aunque le ha costado dar con la tecla, el Celta de Óscar García Junyent ha ido sumando puntos en modo hormiga y hasta la fecha tenía su peor racha en una serie de cuatro partidos sin ganar. Sucedió entre el empate sin goles de Granada y la igualada de Pucela con otro empate, una derrota y una pandemia de por medio. En total tres puntos de doce posibles. La serie negativa anterior había sido a finales del pasado año, tras la victoria en Villarreal, con dos empates en casa y una derrota en Leganés.

Ahora, tras ganar a la Real Sociedad y encadenar por primera vez secuencia de cinco partidos sin ganar (empates con Barcelona, Betis y Atlético en Balaídos) y derrotas en Mallorca y Pamplona, los célticos necesitan volver a reencontrarse con el triunfo en Balaídos, en donde solo el Villarreal se llevó la victoria desde la llegada de Óscar García al banquillo.

Por norma, el técnico de Sabadell suele firmar buenos finales. En el Maccabi (12/13) cerró la temporada en Israel con dos victorias y un empate, con el Brighton de la Premier League firmó dos empates y dos triunfos en las últimas cuatro citas, en sus dos años en el Salzburgo fue capaz de ganar las cinco últimas contiendas en el 2017 y tres en el 2016. En Francia, con el Stain Étienne, y en Grecia, con el Olympiacos, no llegó a finalizar la temporada. Del equipo heleno se marchó tras un empate.

Ahora, en un proyecto mucho más modesto, necesita una victoria en uno de los dos últimos partidos para el próximo curso repetir en Primera y comenzar un ciclo que debe ser más ambicioso en el fútbol español después de su desembarco en noviembre del año pasado.

«El nivel de estrés siempre es alto y hay que saber controlarlo»

Controlar el estrés, ese es un aspecto clave para Óscar García a la hora de afrontar el partido que puede ser definitivo. «El nivel de estrés del fútbol profesional siempre es alto y hay que saber controlarlo», comentó el técnico del Celta en la conferencia de prensa virtual previa al encuentro mientras recordaba que disponen de «herramientas y un psicólogo que ayuda en todo esto». Pero dejando claro que «es lo que hay, cuando te dedicas a esto sabes que hay situaciones en que el estrés es alto y hay mucha tensión». En cuanto a él, dijo estar «tranquilo» y confiar en los jugadores que van a ser titulares y en los que ayudarán desde el banquillo.

No escondió el preparador catalán que en el vestuario se toman como una auténtica final la contienda. «Es una final como todos los otros, como lo eran contra Osasuna, Atlético... Todos los tomamos como una final y cuando quedan dos, la gente lo valora mucho más como una final», indicó.

Con la misma mentalidad

Precisó García Junyent que gracias a tomarse todos los partidos como tales «hemos sacado muy buenos resultados ante equipos muy buenos. Tan importante era el partido contra el Barcelona, contra el Sevilla o contra otros equipos ante los que también hemos dado un rendimiento muy alto e incluso hemos ganado, como este partido que nos toca ahora. No tenemos que cambiar una mentalidad que tenemos cogida de hace tiempo».

Requerido por los sistemas, cree que «todos pueden ser buenos para ganar un partido» y que deciden en función del rival para poder hacer daño. «Nos centramos en lo que podemos hacer nosotros y así vamos a plantear el partido», comentó. Sobre la defensa de cinco, cree que no tiene por qué no ser un planteamiento ofensivo. «Recuerdo la época de Cruyff en el Barcelona con tres defensas y dos jugadores abiertos. Tenían extremos natos y aquí tenemos que utilizar un poco más los laterales que no son carrileros. La posición de esos jugadores nos marca muchas veces».