El desplome deportivo del Celta desde la salida de Berizzo está acompañado del lío institucional con el Concello de Vigo y el conflicto de la ciudad deportiva
27 jul 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Dice la historia que el fútbol es cíclico. Que tras una época de crecimiento llega otra de paulatino declive y el Celta de Carlos Mouriño no frena su cuesta abajo en lo deportivo desde que Eduardo Berizzo dejó el banquillo en mayo del 2017. Tres ejercicios preocupantes en lo deportivo cuando el club dispuso del mayor tope salarial para la plantilla y que además coinciden en el tiempo con el lío institucional entre Concello de Vigo y Carlos Mouriño y el conflicto por el centro comercial en la parroquia de Tameiga en Mos como parte del proyecto de ciudad deportiva. Demasiada actividad en los despachos y muy pocos resultados dentro del campo.
ENTRENADORES
Cinco inquilinos en el banquillo
Después de los tres años de Berizzo, el técnico que más duró fue Juan Carlos Unzué, que estuvo una temporada completa aunque el equipo finalizó en la décimo tercera posición. Luego llegó el curso con tres entrenadores (Mohamed, Cardoso y Escribá) y el recién terminado con el valenciano de inicio y Óscar García para terminarlo. Acertar con el entrenador se ha convertido en el gran debe del club de Carlos Mouriño. Este baile de técnicos le costó a la entidad vivir en la zona baja de la tabla y además más de tres millones en indemnizaciones.
JUGADORES
48 futbolistas pasaron por las tres últimas plantillas
Aunque el Celta mantiene desde el 2017 a un grupo de siete futbolistas en la plantilla, desde esa fecha han pasado por la entidad un total de 48 jugadores y la mayoría no ha llegado a asentarse o no ha estado en el final esperado. Tras el año de Unzué continuaron en el equipo trece futbolistas y tras el desastre del curso 18/19 fueron quince los supervivientes. Cada año la plantilla fue subiendo de coste y los puntos fueron menguando. Al margen de los números están los controvertidos episodios de la salidas de Jonny y Sergi Gómez después de entrenar en solitario.
LOS PUNTOS
49, 41 y 37, los números de la recesión
Las ligas no engañan y el Celta ha ido a menos en resultados y en puntos en estos tres años. A estas alturas, los 49 puntos de Unzué son el mayor mérito de este trienio negro, que pegó un bajón importante hasta los 41 puntos con los que acabó Escribá el curso pasado y que ahora acaba de tocar fondo con 37, los mínimos para evitar un descenso que por momentos fue una seria amenaza. Esta recesión de puntos coincidió con los dos de mayor bonanza económica de la sociedad.
INSTITUCIONAL
Conflicto enquistado con el Concello de Vigo por Balaídos
Los pobres resultados deportivos del primer equipo se ven acompañados también de la guerra abierta con el Concello de Vigo por mor de la reforma de Balaídos. Las dos entidades no mantienen relaciones sino un pulso dialéctico a distancia y a día de hoy el estadio de Balaídos dista mucho de ser un estadio moderno y funcional. Carlos Mouriño culpa a Caballero y este responde que el Partido Popular quiere llevarse al equipo de Vigo. En los últimos tiempos no se ha producido ni un solo guiño. Da la impresión que prima lo personal a lo institucional.
CIUDAD DEPORTIVA
La legalidad del centro comercial como foco de dudas
El proyecto de la ciudad deportiva de Mos salvará la primera fase (el primer equipo podría mudarse antes del inicio del próximo campeonato) pero está totalmente parado en la vertiente de centro comercial. Los informes negativos ralentizan todavía más el proceso y alguno vinculante como el del Ministerio de Fomento tiene difícil solución al descartar la opción de Puxeiros como salida para el tráfico. Mouriño siempre ha visto el proyecto como un todo, sin desligar entre el apartado deportivo y el comercial. En su apuesta se ha encontrado con una fuerte oposición vecinal, que teme que sus terrenos puedan ser expropiados.