Once fichajes fugaces desde el 2012

M. V. F. VIGO

GRADA DE RÍO

Lalo R. Villar - LFP

El Celta cuenta con una larga lista de futbolistas que estuvieron menos de un año

29 jul 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

El Celta no tiene intención de pelear por la continuidad en el equipo de Filip Bradaric y Fedor Smolov, dos de los futbolistas que llegaron a Vigo en el mercado de invierno de este año. Esto significa que el croata y el ruso pasan a engrosar una larga lista de futbolistas que han militado en el equipo vigués desde el regreso a Primera sin llegar a completar una temporada. La cifra es de once a expensas de lo que suceda con Jeison Murillo, que también podría incorporarse a esa nómina si la entidad no logra el objetivo de retenerle para el próximo curso.

La mayoría de los futbolistas que vivieron esa circunstancia de no llegar a completar una temporada entera fueron jugadores que llegaron en el mercado de invierno y que, o pasaron sin pena ni gloria y el club ya no tuvo intención de seguir contando con ellos, o sí la tuvo, pero no consiguió que se materializara. La excepción más reciente es Olaza, el último jugador llegado en invierno (en el del 2019) y que ha seguido prolongando su estancia. Caso aparte es Nolito, que no se incorporó como cedido ni dentro del período de mercado, sino que firmó ya por lo que quedaba de esta temporada más la siguiente y fichó en el mes de junio.

En la temporada pasada, junto con Olaza habían llegado otros dos jugadores: Wesley Hoedt y Ryad Boudebouz, y ambos estuvieron en el equipo apenas cuatro meses. El argelino participó en once partidos en los que sumó 716 minutos y un gol, mientras que el holandés sumó 893 minutos en una decena de partidos. Los dos tienen en común que fueron expulsados en sus primeros partidos , ante Levante en Balaídos y Valladolid a domicilio, respectivamente, y que no dejaron huella alguna en el celtismo.

En esa misma temporada hubo un jugador que no coincidió con ninguno de ellos: Júnior Alonso. Su caso es atípico, porque el paraguayo fue un fichaje de verano que puso fin a su paso por el equipo en la ventana invernal de esa misma temporada. La marcha de Antonio Mohamed le había supuesto una importante pérdida de protagonismo y el jugador no se lo pensó: puso rumbo a Boca como cedido por el Lille, mismo club que le había prestado al Celta. Con la camiseta celeste disputó 39 minutos en nueve partidos de Liga, todos antes del primer relevo en el banquillo y a los que luego añadió un par de duelos coperos.

En la temporada 2017/2018 fue Lucas Boyé el jugador relámpago. El delantero argentino llegó en el mercado invernal y no pudo pasar de los 277 minutos repartidos en trece encuentros, si bien solo dos de ellos fueron como titular. Terminada la campaña, finalizó su vinculación y desde entonces el Torino (al que pertenecía entonces y ahora) le ha cedido al AEK Atenas griego y al Reading inglés.

La estancia de José Naranjo en Vigo fue también breve, pero en este caso de manera más impredecible e inesperada. Porque era un fichaje en propiedad y una apuesta de futuro del club tras haber despuntado en Segunda el curso anterior, pero llegó en un mercado y se fue al siguiente. En total, el atacante de Rociana del Condado disputó con el Celta tres encuentros sin llegar a estrenarse en Primera, ya que dos fueron de Europa League y uno de Copa. Desde entonces ha militado en Genk, Leganés, Tenerife y AEK Larnaca.

Ni en el curso 2015/2016 ni en el 2014/2015 se dio ningún caso, pero sí en los dos anteriores. El año de Luis Enrique llegaron en enero dos jugadores sin recorrido alguno, aunque uno de ellos, Welliton Soares, sí dejó huella al ser detenido conduciendo bajo los efectos del alcohol en Vigo; en lo futbolístico, disputó exactamente cinco minutos antes de que se diera ese suceso tras el cual no volvió a vestirse de corto en el club celeste. El otro refuerzo de aquel enero había sido Íñigo López, que sumó en Liga 567 minutos en nueve partidos, pero cuya continuidad tampoco llegó a plantearse la entidad en ningún momento.

Lo mismo les había ocurrido la temporada anterior a Vadim Demidov y Daniel Pranjic, refuerzos para la pelea por la salvación del 2013. Ninguno de ellos marcó diferencias y se marcharon tras unos pocos meses con 1.020 minutos -la cifra más alta de estos fichajes fugaces- en nueve partidos y 434 en una decena, respectivamente.

La incógnita ahora es saber si el Celta logra el objetivo de retener a Jeison Murillo o si su balance como céltico se frena en los 18 partidos y 1529 minutos que ya le han situado para muchos entre los mejores del equipo en la temporada que acaba de finalizar.

Otros diez futbolistas estuvieron de paso en los últimos veinte años

Si en la actual etapa en Primera van once jugadores con pasos fugaces por el club vigués, la cifra asciende hasta los 21 si se mira más atrás en el tiempo. Porque incluso en la época dorada de finales de los 90 y principios de la siguiente década hubo también fichajes fallidos y que protagonizaron etapas muy breves en el equipo.

No ocurrió apenas en los años de Segunda. En el período comprendido entre el descenso del 2007 y el ascenso del 2012, época de apuesta por la cantera, solo hubo dos jugadores que no llegaron a completar una temporada íntegra. Fueron los fichajes de invierno del curso 2007/2008: el portero Luis García y Fernando Sales. El guardameta llegó como solución para cubrir la baja de José Manuel Pinto cuando este se marchó al Barcelona, pero se limitó a ejercer de suplente de Esteban durante esa cesión y, una vez concluida, fichó por el Tenerife. En cuanto a Sales, llegó a Vigo libre comprometiéndose hasta final de aquella temporada y la cosa no fue más allá.

En los cursos anteriores están los casos de Ilic y Pinilla (2003/2004), Mido y Coudet (2002/2003), Boban (2001/2002), Jayo (2000/2001) y Vivas (2000/2001). En la mayoría de los casos, su rendimiento no fue el esperado y el club no apostó por ellos más allá de las cesiones iniciales. No fue el caso del egipcio Mido, que sí ofreció un gran nivel contribuyendo a la clasificación del equipo para la Champions en sus ocho partidos —llegó fuera de la ventana de pases aprovechando una lesión—, pero luego el club no había opción de compra y el club no logró retenerle.

Otro caso atípico fue el de Coudet. Cinco meses después de llegar cedido, rescindía su contrato para regresar a su club de origen, el River Plate, al no estar teniendo protagonismo.

Olaza y Jozabed, los ejemplos más recientes de cedidos de invierno que siguieron

Aunque el perfil del jugador que no llegó a cumplir un curso completo en Vigo va muy ligado a las cesiones de invierno, también hay casos de jugadores que llegaron en ese mercado a préstamo y se quedaron más tiempo. El más reciente es el del lateral zurdo Lucas Olaza, que completó la temporada 2019/2020 tras llegar mediada la anterior y que, además, continuará en Vigo el próximo curso. Lo hará, eso sí, después de que el pasado 30 de junio se llegara a anunciar su marcha pero posteriormente se llegara a un acuerdo con su club de origen, Boca Juniors.

En el mercado de invierno de la temporada 2016/2017 había llegado como cedido con opción de compra Jozabed. Aunque no se llegó a ejercer esa opción como tal, sí se llegó a un acuerdo con el Fulham para el traspaso. De esta manera, el centrocampista andaluz completó en Vigo las campañas 2017/2018 y 2018/2019 antes de irse cedido este curso al Girona. Lo que parece complicado es que siga sumando como céltico, ya que el club no cuenta con él en su nuevo proyecto.

Mazan, dos años y medio ligado al club, pero la mayor parte del tiempo cedido fuera

También llegaron en el mercado de invierno -aunque en propiedad- y se quedaron al menos una temporada más otros nombres como Claudio Beauvue, Marcelo Díaz, Robert Mazan, Andrew Hjulsager o Théo Bongonda.

Pero se da la circunstancia de que algunos de ellos estuvieron vinculados al club durante al menos una temporada completa, pero sin llegar a cumplirla en el vestuario por encadenar cesiones. Le ocurrió a Robert Mazan, que aterrizó en Vigo procedente del MSK Zilina en enero del 2018, pero se fue cedido al Venecia en el mercado invernal del 2019 y hace un año encadenó otro préstamo, esta vez al Tenerife.

Hjulsager también llegó en invierno (en su caso, el del 2017) y vivió una cesión la temporada siguiente con el Granada como destino. Sin embargo, después de que la experiencia no fuera buena, sí decidió quedarse una año completo en Vigo, el curso 2018/2019, antes de desvincularse definitivamente y poner rumbo al Oostende.