El celtista ruso Sergey Klepalov celebró junto al Zar el 52 cumpleaños del excéltico
24 ago 2020 . Actualizado a las 21:29 h.Sergey Klepalov se hizo celtista en su día gracias a la presencia en el Celta de su compatriota Alexander Mostovoi. Bien es sabido que su pasión por el equipo sobrevivió a la etapa celeste del Zar, pero su admiración por el exfutbolista siempre ha seguido presente. Y de ser un fan ha pasado a ser su amigo tras tener la oportunidad de conocerse personalmente hace unos años. Por eso el pasado sábado, día del 52 cumpleaños de Mostovoi, Sergey y su mujer, Julia, le visitaron en su escuela y pudieron compartir la jornada con él.
Sergey tenía el objetivo de hacerle llegar a su ídolo un regalo muy especial. «Hace un mes había hecho un pedido a un escultor de Moscú para crear una pequeña estatua de Mostovoi», cuenta. Le había pasado multitud de fotos del Zar. «La idea era darle esa sorpresa para el día de su cumple. Estaba avisado de nuestra llegada que siempre estamos en contacto con él», cuenta. Pero el regalo no lo esperaba para nada.
A su llegada al centro deportivo Peresvet, donde está la escuela de fútbol de Mostovoi, él les esperaba en un restaurante con sus ayudantes. El obsequio le impresionó y le emocionó durante unos minutos, revela Sergey. «Fue experiencia fantástica. Brindamos con el vino espumoso y hablamos mucho del Celta y de Vigo. A Mostovoi le interesa mucho cómo van las cosas en Vigo, el equipo y todo eso. Recordamos muchas cosas de su etapa como céltico», profundiza Sergey.
Ese día de su cumpleaños supuso una oleada de cariño para el exjugador a través de las redes sociales, un canal donde su recuerdo está muy vivo para la afición celeste. «Le sorprende mucho y le llega al alma. Le gusta mucho ver que sigue en la memoria del celtismo y que en Vigo se acuerdan tanto de él», afirma Klepalov.
Precisamente a Sergey le gustaría conseguir que el Celta y Mostovoi acercaran posturas tras mucho tiempo sin contacto. «Nuestra foto con la bufanda del Celta con publicidad de Vémonos na cede, es un pequeño mensaje a directiva del Celta para poder acercar posturas y olvidar la falta de contactos. Esa era una de mis ideas en este viaje», confiesa.
Mostovoi vive ahora un gran momento con la puesta en marcha de su escuela de fútbol, a la que hace unos días acudió un sobrino de Sergey que ya le había trasladado varios regalos celestes de parte del aficionado ruso. Ahora, él ha podido conocer las instalaciones en primera persona. «Su escuela es alta calidad con una infraestructura muy buena, con las buenas canchas, viviendas, comida y equipamiento. Todos chicos están muy contentos de estar ahí».