El jugador sigue queriendo regresar al Celta pero urge al club a actuar
10 sep 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Mes y medio después del último partido de la pasada campaña y a dos días del inicio de la nueva, el regreso de Jeison Murillo al Celta sigue sin concretarse pese a que el deseo de las dos partes es continuar de la mano. Porque el jugador colombiano mantiene su predilección por seguir vistiendo la camiseta celeste, pero su paciencia se está agotando y se plantea comenzar a valorar otras ofertas. En principio, se da un plazo de una semana para tomar una decisión sobre su futuro.
La posición del Celta se ha mantenido invariable en las últimas semanas. El club está interesado en contar con el futbolista, pero la fórmula que plantea es la de una cesión sin coste para los vigueses. Esta propuesta no colma las expectativas del conjunto italiano, que está dispuesto a esperar. Esa es la baza de la entidad viguesa, que se agarra a la opción de que no aparezca un equipo que pague lo que el club de Génova pretende y acaben accediendo a su propuesta de cesión gratuita.
Sin embargo, a Murillo se le está acabando la paciencia. El jugador no se siente a gusto en la Sampdoria sabiendo que no cuentan con él y que, vaya o no al Celta, su estancia en el equipo al que a día de hoy pertenece es solo temporal. Empieza a urgirle resolver su futuro y dejar de entrenar con un equipo del que no va a seguir formando parte, incluso aunque disputara unos minutos en un amistoso el pasado fin de semana. No está dispuesto a aguantar mucho más tiempo.
El defensa ha recibido ofertas de equipos importantes y, aunque continúa dando prioridad al Celta, ese planteamiento por parte del futbolista tiene fecha de caducidad si los vigueses no dan un paso más. Desde su entorno se entiende que dado que fue una pieza importante en la salvación del equipo y se quiere contar con él, deberían demostrarlo con sus actos y hacerlo cuanto antes. Quieren una oferta en firme y que sea de inmediato. Sería la manera de que el central se sienta valorado.
Jeison tiene claro que le gustaría volver a trabajar con Óscar García Junyent y dar continuidad a los meses que vivió en Vigo el curso pasado, en los que se encontró a gusto tanto en el club como en la ciudad. También se ha sentido querido por el celtismo y le llega el sentir del grueso de los aficionados que quieren tenerle de vuelta. Pero a medida que pasan los días, mientras lo que transmite el Celta es que les favorece, el jugador ve cada vez más complicado que pueda recalar en Vigo. Aunque no ha cerrado la puerta y permanece a la espera, a día de hoy resulta más probable que vaya a otro club.
Si no llega esa oferta del Celta que satisfaga a las partes, las únicas opciones del equipo vigués pasan por que no haya acuerdo con ningún otro club y a fecha de 5 de octubre Murillo siga en la Sampdoria. Solo en un escenario que se considera del todo improbable podría el club italiano dar su brazo a torcer y dejarle salir en las condiciones que pretende el Celta.
Murillo llegó a Vigo en el mercado de invierno de la temporada pasada para reforzar la zaga del equipo vigués y jugó un papel clave en el equipo. Se convirtió nada más llegar en un fijo para Óscar y acabó disputando 1529 minutos en 18 partidos, 17 de ellos como titular. Se erigió en uno de los líderes que el técnico quería para el equipo.