Los entrenadores consultados elogian el cambio de Emre Mor pero tienen dudas con su rendimiento y sostienen que la plantilla necesita cuatro fichajes
16 sep 2020 . Actualizado a las 05:00 h.El Celta superó el primer examen, pero todavía es prematura para sacar conclusiones. Es la idea de los entrenadores (José Luis Mosquera, Moncho Carnero, Pichi Lucas y Julio Álvarez-Buylla) consultados por La Voz de Galicia. Todos ellos hablan del cambio de Emre Mor, pero con cautela, destacan el papel de Renato Tapia y el buen rendimiento del doble pivote posicional y no esconden que el equipo necesita como mínimo un refuerzo por puesto en su columna vertebral para ser competitivo.
PRIMERA PRUEBA
Buena impresión pero todavía es prematuro
El Celta aprobó el primer examen, pero sacar conclusiones por un partido es prematuro. «O equipo o que fixo foi competir», comenta José Luis Mosquera como aspecto más a tener en cuenta, una idea en la que también hace hincapié Julio Álvarez-Buylla: «El equipo compitió pese a estar a medio hacer y faltar posiciones importantes por cubrir». Todos destacan especialmente el crecimiento del conjunto de Óscar García en la segunda mitad «en donde el Celta fue superior y mereció la victoria», como puso de manifiesto Moncho Carnero. Pichi Lucas vio «cosas que agradan», pero al mismo tiempo piensa que el conjunto vigués dejó pasar una buena oportunidad para comenzar con un triunfo a domicilio.
DOBLE PIVOTE
El recorrido de Tapia y el buen maridaje con Okay
Está por ver si el doble pivote de Ipurua tiene recorrido, pero en el estreno liguero funcionó. «Me parece un buen sistema para el tipo de jugadores que tiene el equipo», indica Moncho Carnero, que define a Renato Tapia como «un futbolista interesante para jugar ahí delante de la defensa» y que precisa que esa estructura con dos pivotes posicionales «puede darle más libertad a los jugadores de arriba», una idea de la que también participa Álvarez-Buylla: «Esa situación puede favorecer la posición de Mor, que se encuentra mucho más cómodo como media punta». El técnico vigués dijo del peruano en su debut que le agradó. «Es un jugador que abarca mucho campo y que se puede entender bien con Okay», señala. Por ese salto constante a la presión del sudamericano, Mosqueda detecta un problema: «Tapia varre moi ben, intúe ben e anticipa moi ben, pero a idea pasa por que todo o mundo colabore, por que se a xente baixa nesa presión aparecerán os espazos para o rival». Pichi Lucas lo vio «demasiado pegado a los centrales y sin intervenir mucho en el juego», considerando que esa idea del doble pivote vino dada para no perder el orden en el primer partido y ganar en confianza y en seguridad.
EMRE MOR
Margen de confianza pero recelo por el pasado
Emre Mor es la sensación por ahora del equipo, pero nadie se atreve a dar por sentado que su actitud actual perdurará a lo largo de toda la temporada. «Tiene pinta de que va a cambiar, vamos a dejarlo así y vamos a darle un margen de confianza», apunta Pichi Lucas, que recuerda que el turcodanés hace cosas diferentes: «Tiene calidad, desparpajo con el balón y buen cambio de ritmo, pero vamos a esperar unas jornadas». Julio Álvarez-Buylla, máster en psicología deportiva, además de entrenador, piensa que incorpora una faceta de la que adolecía el equipo: «En las dos últimas temporadas había faltado desborde, alguien que fuera capaz de romper un partido a nivel individual y eso ya lo demostró». José Luis Mosquera piensa que tiene tanta deuda acumulada que debe hacer un año redondo para redimirse: «Non lle vale con dous partidos bos co toda a débeda que ten, debe facer unha tempada moi boa. Ten un saco detrás que xa veremos como o aguanta, pero talento ten moito». Moncho Carnero es el más escéptico de todos. «Lo siento mucho, pero no creo en él. Ha fallado muchas veces. Me gustaría que despunte, pero sigo teniendo muchas dudas sobre él».
PENDIENTE DE FICHAR
Unanimidad con las cuatro posiciones perentorias
La columna vertebral también está presente en las necesidades detectadas por los entrenadores consultados: portero, central, mediocentro y un nueve que fije a los centrales rivales y le dé libertad a Iago Aspas. «Ó Celta no lle fai falta xente por detrás en ataque, senón por adiante para que Iago poda moverse como sabe». Pichi Lucas habla de un perfil de central concreto: «En la línea defensiva, si no llega Murillo, será necesario buscar a un central de esa misma tendencia: rápido y agresivo». Moncho Carnero ve necesario un portero y coincide con Óscar García en la necesidad de incorporar a media docena de jugadores «aunque si viene la mitad, ya me conformo». Mosquera comparte filosofía y se pregunta qué paso con Álvaro Vadillo, uno de los tres fichajes realizados hasta el momento: «É unha incógnita, estamos falando dun xogador xa cunha experiencia importante en Primeira», dice. La falta de fichajes no tiene relación directa con la decisión de hacer solo dos cambios en el primer partido. «El equipo estaba funcionando», sentencian los técnicos.
Acabaron más enteros que su rival a nivel físico
El Celta también superó el test a nivel físico pese a la exigencia que impone la presión tras pérdida y la intensidad que los celestes quieren imponer en su juego.
«O equipo a nivel físico vino bastante enteiro, penso que acabou mellor o encontro que o Eibar. Chegou nunha óptima condición ó tramo final do partido. Creo a que nivel físico o equipo está traballando ben», indica el preparador físico Gonzalo Lijó, que pone como ejemplo que «a liña de tres de arriba presionou moito».
Porque la presión tras pérdida exige sobre todo mucho esfuerzo mental. «Penso que o desgaste é máis mental que físico, pero é imprescindible ter unha óptima preparación física. Hai que cambiar o chip e pensar que tras perder o balón teño que apertar, pero é moito máis sinxelo roubar preto de área que facer un repregue dun montón de metros».
Lijó añade que para conseguir esa chispa para ejecutar la presión tras pérdida hay mucho trabajo detrás «e iso obriga a que todos teñan que estar vivos, activos e frescos de pernas. A nivel físico teñen que estar moi ben».