El Barça no dio opción a un Celta sin pegada
El gol tempranero de Ansu Fati marcó un partido en donde los vigueses no fueron capaces de explotar su superioridad numérica durante 49 minutos
Redactor de Vigo
El Barça volvió a ganar el Balaídos cinco años después y lo hizo jugando con diez más de un tiempo y dando muestras de sobriedad y pegada. El Celta estuvo mejor contra once que contra diez. En el primer tiempo desplegó su juego y solo pagó el fallo inicial que posibilitó a Ansu Fati abrir el marcador a los 10 minutos, pero en el segundo con uno más, tuvo el balón pero las ocasiones fueron de un conjunto catalán que siguió engordando la cuenta con un tanto de Olaza en propia meta tras una jugada personal de Messi y otro postrero de Sergi Roberto.
Óscar García recuperó la libreta de la temporada anterior y repitió el plan de partido ante el Barcelona en Balaídos. Con un 5-3-2 y sorprendiendo con la inclusión en el once de Fontán y Gabri Veiga para salir con seis jugadores de la factoría de A Madroa ante la tropa de Koeman. Y la apuesta, pese a la lesión temprana de Fontán, fue resultona, pero tuvo un borrón que el Barça no desaprovechó. A los diez minutos de partido la defensa del Celta fue reculando hasta situarse en la frontal del área, los centrales no acertaron a despejar un balón y Ansu Fati cazó el esférico para marcar con un sutil golpeo con el exterior del pie derecho.
El golpe atontó a los vigueses unos minutos, pero tan pronto como entraron en contacto con el balón comenzaron a crecer. Tocando y buscando espacios, pero le faltó el último pase y una ocasión real para poner en aprietos a Neto. Los dos únicos tiros llevaron la firma de los querubines celestes pero Gabri Veiga estaba escorada y el tiro de Fontán era demasiado lejano. Iago Aspas tuvo una buena falta desde la frontal, pero se topó con una barrera de muchos centímetros.
A la contra Messi no llegó a un balón de Ansu Fati por un palmo y el argentino buscó el gol olímpico en un córner que se envenenó y salió rozando el larguero. A falta de cuatro minutos para el descanso Lenglet vio la segunda amarilla por una falta a Denis y el Koeman sacó del campo a Griezmann para mantener la línea de cuatro defensas con Araújo.
El Celta tenía algo más de un tiempo para buscar réditos de su superioridad numérica y en el descanso Óscar García prescindió de la defensa de cinco y metió en el campo a Baeza, pero quien pegó de nuevo fue el Barcelona en una genialidad de Messi que acabó con un Olaza introduciendo el balón en su propia portería al intentar despejar.
El 0-2 fue definitivo. El Celta pasó a tener el balón pero las ocasiones más claras siguieron siendo del conjunto visitante. Coutinho puso a prueba a Iván Villar tras un servicio de Messi, a quien le anularon un gol milimétrico. Por contra, el Celta solo tuvo un momento para meterse en el partido en un tiro al travesaño de Miguel Baeza. También Nolito por dos veces pudo animar el partido pero su falta directa se encontró con Neto y una rosca desde la frontal se fue fuera por poco.
Para completar el día, Sergi Roberto sentenció en la última jugada con una volea que valía el tercero. El Celta volverá a su liga en la matinal del domingo en El Sadar sin apenas tiempo para recuperar y después de encajar la primera derrota.
Ficha técnica
0. RC Celta: Iván Villar; Hugo Mallo, Aidoo (Baeza, min. 46), Murillo, Olaza, Fontán (Araujo, min. 32); Veiga (Nolito, min. 59), Tapia (Beltrán, min. 74), Denis Suárez; Emre Mor (Santi Mina, min. 59), Aspas
3. FC Barcelona: Neto; Sergi Roberto, Piqué, Lenglet, Alba; Busquets, De Jong; Griezmann (Araujo, min. 45), Coutinho (Pedri, min. 71), Ansu Fati (Trincao, min. 71); Messi
Goles: 0-1 Ansu Fati, min. 10; 0-2 Olaza (pp), min. 50; 0-3 Sergi Roberto, min. 94
Árbitro: Del Cerro Grande (colegio madrileño). Expulsó a Lenglet en el minuto 42 por ver la segunda tarjeta amarilla. Amonestó con tarjeta amarilla a Aidoo, Araujo, Tapia, Murillo y Beltrán por parte del Celta; a Piqué y Jordi Alba por parte del Barcelona
Incidencias: Encuentro correspondiente a la cuarta jornada de LaLiga Santander disputado en el estadio Abanca Balaídos, a puerta cerrada.