Un juguete en manos de la Real

m. v. f. VIGO

GRADA DE RÍO

Oscar Vázquez

El Celta no fue rival para los de Imanol, que dominaron y golearon a placer

02 nov 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

El Celta sigue en caída libre y firmó un nuevo partido para olvidar ayer en Balaídos. Ante el líder, un equipo que atraviesa un gran momento, pero a cuyos múltiples méritos se sumó el demérito de un equipo vigués que estuvo lejos de plantar cara y que dio todas las facilidades del mundo. Poco o nada se puede salvar del duelo de la octava jornada del campeonato.

Once

Tres novedades, incluido el regreso de Rubén

El once del Celta presentó ayer tres novedades respecto al que había empatado frente al Levante en la jornada anterior. Era esperado el regreso de Rubén una vez que había recibido el alta el día anterior, y más sorprendente fue la presencia en el once de Miguel Baeza tras dos partidos sin intervenir. También regresó al once Fran Beltrán, intermitente en las alineaciones de Óscar. Por primera vez, Lucas Olaza partió en el banquillo y no jugó.

Planteamiento

4-4-2 de partida y varios cambios tácticos

El regreso a la defensa de cuatro jugadores supuso una apuesta por el 4-4-2. Óscar prefirió situar en el lateral izquierdo a José Fontán -cuya posición es la de central aunque con experiencia en esa demarcación en el filial- antes de que Olaza y apostó nuevamente por Carreira en el otro lateral. Con Araujo y Murillo como centrales, apostó por una línea de cuatro con Tapia, Beltrán, Baeza por la derecha y Denis por la izquierda, más Aspas y Nolito arriba. Una nueva variación táctica que tampoco dio el resultado deseado.

Lagunas defensivas

Día para olvidar en la zaga

La solidez defensiva de la que llegó a hacer gala el Celta tras la llegada de Óscar en algunos tramos de la temporada pasada se ha esfumado por completo. Prueba de ello no son solo los cuatro goles encajados, sino la manera de hacerlo. Al equipo le falta contundencia de una forma alarmante y la mejor prueba fue el segundo gol de la Real, en el que tres zagueros celestes se quedan mirando después de que el balón dé en el travesaño y el rebote caiga de nuevo al rival para hacer el 0-2.

Ataque

Un Celta inexistente en el área rival

La comparativa entre los dos equipos en cuanto a tiros es terrorífica. La Real efectuó nueve, siete de ellos a puerta, y marcó cuatro goles. Todo el bagaje del Celta se reduce a dos, uno de ellos, el penalti ejecutado por Iago Aspas y que no servía ni para dar una mínima esperanza a los vigueses al producirse con el 0-3 y la segunda mitad ya muy avanzada. 

Cambios

Reacción fugaz

Los cambios en el descanso, con las entradas de Brais Méndez y Joseph Aidoo por Miguel Baeza y Néstor Araujo parecieron surtir buen efecto al inicio de la segunda mitad, pero se diluyeron muy rápido. Tampoco Santi Mina ni Emre Mor, más adelante, pudieron cambiar el panorama. La Real Sociedad, que desplegó un gran juego y demostró por qué es líder, hizo lo que quiso con un Celta impotente.