En noviembre, por el cambio de entrenador, solicitó un incremento de 3,3 millones y en enero solo fichará si sale alguien o hay un ingreso extra
19 dic 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Al Celta le espera un año duro en lo económico hasta el punto que tendrá que gastar los 26 millones que tiene en el banco y con el agravante que en el terreno deportivo ya tuvo que pedir en noviembre un nuevo aumento del tope salarial, en tres millones. Esto disparó la cifra hasta los 65,8 millones que están cubiertos en su totalidad, lo que dificultará cualquier movimiento que el club pretenda hacer en el mercado invernal. El anuncio realizado en el transcurso de la junta general de accionistas también se vio acompañado por un escenario muy negativo para cumplir el calendario de pagos, ya que el Celta debe afrontar 120 millones y tiene por cobrar 93, lo que les obligará a tirar de los 26 millones que tiene el club de remanente en tesorería.
«El límite era de 54 millones, pero la realidad es que ahora mismo, en noviembre del 2020, el límite es de 65,8 millones y está consumido en su totalidad. Tenemos 11,9 millones más de gastos», explicó la directora financiera María José Herbón. Este incremento de hace tan solo un mes vino dado por el cambio de entrenador, lo que costó tres millones al club, entre en finiquito de Óscar García Junyent y el fichaje de Eduardo Coudet y su staff.
Cuando se alcanzó este tope de 65,8 millones, el club ya tenía aprobados 910.000 euros para mejora audiovisual, que seguramente no llegue a producirse, y la inclusión de un 30 % de la media de ingresos generada en los últimos tres años, lo que significó 7,5 millones más.
Nada de fichajes
En este escenario el presidente Carlos Mouriño ya anunció que el Celta, y demás equipos, no podrán fichar en enero salvo salidas o que la LFP admite algún ingreso atípico. «Nos impiden hacer fichajes para el futuro, salvo que salgan jugadores o consigamos algunos ingresos extras que nos permita la liga, si no es así, será imposible, pero no el Celta, sino todos», explicó el máximo accionista, que apunta que la medida de la patronal iba encaminada a evitar otra masiva ola de concursos de acreedores.
Hay que tener en cuenta que de los 71 millones de euros de presupuestos para este curso la partida de jugadores se lleva 65,8, lo que significa el 91 % y deja al club sin margen de maniobra.