Kevin Vázquez regresó a los terrenos de juego ocho meses después, compitió bien y acabó el partido entre lágrimas
14 mar 2021 . Actualizado a las 19:47 h.De repente, la tensión acumulada durante 241 días a la sombra se manifestó. A Kevin Vázquez lo requirieron las cámaras para valorar su regreso a la competición casi ocho meses después y el de Camos no pudo evitar la conmoción. Kevin, inédito hasta la fecha esta temporada, volvió a la titularidad por la baja de Hugo Mallo. Cumplió ante el Athletic con nota, como ha venido cumpliendo siempre que le han llamado a filas.
No tiene el porte ofensivo del capitán, pero mejora muchas veces sus prestaciones defensivas a base de un preciso ejercicio de disciplina táctica y esfuerzo. Mantuvo a Morcillo a línea. Kevin pasó de sentirse protagonista —rubricó 17 encuentros la temporada anterior— a ser primero un lesionado al que su problema se le alarga y luego un soldado en la retaguardia que solo ve el combate desde lejos.
Los problemas se sucedieron desde aquel Celta-Levante del 16 de julio. Primero una, luego otra. El 3 de octubre el Celta hizo pública la rotura fibrilar que padecía en el gemelo interno de su pierna izquierda. Lo que iban a ser cuatro semanas desde entonces se volvieron justo cien días. Un seroma y el líquido acumulado en el gemelo complicaron su puesta a punto. El 11 de enero recibió el alta y emprendió un arduo combate contra las molestias que aún quedaban, y la forma pendiente, para volver a ser el Kevin que sabía que era.
«¿Lo habrás esperado con muchas ganas?, le preguntó el periodista sobre el atril. Kevin respiró profundo, consiguió esbozar un «sí, la verdad que sí» y la emoción le pidió paso. Ya estaba de vuelta.