Murillo se enfrenta mañana por primera vez, nueve temporadas después, al equipo que le abrió las puertas del fútbol profesional cuando tenía 19 años
17 abr 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Jeison Murillo se encuentra por primera vez con el Cádiz nueve años después. Al conjunto amarillo llegó con 19 años el colombiano desde el filial del Granada. Fue su primer conjunto semiprofesional y el primer paso en una carrera que cinco años después le llevó al Inter de Milán. Mañana, y con la camiseta del Celta, volverá a pisar el Ramón de Carranza. «Su progresión fue meteórica. Se vino al Cádiz, comenzó a tirar para arriba y ya no hubo quien lo parara», recuerda David de Coz, lateral con pasado en el Lugo que formaba parte de aquella plantilla cadista en la temporada 11/12.
En aquellos tiempos, Granada y Cádiz compartían propiedad, por eso el colombiano llegó cedido desde el filial narazí al equipo amarillo. En el Carranza, Murillo se encontró con un plantillón para Segunda B. «Gente experimentada en Segunda A e incluso en Primera», recuerda De Coz, ahora retirado. Aquel plantel de tronío en su primer año sénior le tuvo en el banquillo hasta la undécima jornada. «Tenía 19 años y al principio le costó un poquito, pero cuando comenzó a jugar, ya no hubo quien lo quitara del campo». Terminó con 21 partidos, todos de titular, y marcando tres goles pese a actuar como central.
Desde el primer momento fue una esponja. «Era un chaval al que se le podía decir cualquier cosa. Atendía y era el primero en hacer lo que se decía. Era muy humilde y que siempre intentaba mejorar en cada entrenamiento, estaba muy atento a todo lo que se le indicaba», prosigue De Coz.
Y cuando tuvo la oportunidad, demostró todo su potencial. «Es uno de los futbolistas más completos que he tenido a mi lado», comenta el zaguero ante de argumentar los motivos: «Era rápido, intenso, iba muy bien de cabeza, anticipaba, y luego con la salida de balón tenía buen manejo. Yo creo que un central de los que te gusta tener al lado». Cualidades que en absoluto pasaron desapercibidas para aquella plantilla que terminó ascendiendo a Segunda A. «Ya lo comentaba con Óscar Díaz (un compañero). Al principio le costaba un poquito porque era el primer equipo medio profesional al que iba, pero una vez que comenzó a jugar, les llamó a todos la atención».
El Carranza fue el punto de arranque para pasar al año siguiente al Las Palmas, también a préstamo, para recalar después dos años en el primer equipo nazarí y de allí a un trasatlántico de Europa como el Inter. «De Cádiz al Inter de Milan fueron cinco años, eso es meteórico», comenta ahora con perspectiva David de Coz.
Por los avatares del fútbol, desde aquel 29 de abril del 2012, cuando Murillo jugó su último partido de amarillo ante el San Roque de Lepe, el cafetero no había vuelto a coincidir con el Cádiz, al que nunca se ha enfrentado. No lo hizo ni en la primera vuelta en Balaídos por sanción. Lo hará mañana después de cumplir la penitencia por la roja de Mendizorrotza. Nueve años después, pisará el Carranza.