Effi Gorodetzer administra una página de celtistas israelíes, la mayoría de los cuales se aficionaron a raíz del paso de su compatriota por el Celta
05 jul 2021 . Actualizado a las 14:08 h.Effi Gorodetzer, 31 años, administra desde hace algunos meses una página de celtistas de su país, Israel. Por lo que saben, el grueso de los más de 400 aficionados vinculados a esa página llegó allí de la mano de un mismo culpable: Haím Revivo. Es también el caso del propio Gorodetzer, que pensó que con el fin de la aventura del talentoso futbolista que militó entre en el Celta entre los años 1996 y 2000, el equipo acabaría cayendo en el olvido para él. Pero nada más lejos de la realidad: en las dos temporadas anteriores a la actual sufrió «como el que más».
La historia de celtismo de este israelí comienza «en los días de gloria del Celta a finales de los 90». Cuenta que creció en Israel con padres estadounidenses por lo que no se crió en una casa de fútbol. «Mi padre, en sus 68 años, ha estado en dos partidos de fútbol en toda su vida», comenta. Pero uno de ellos fue clave para el celtismo de Effi. «La primera vez que mi padre me pudo llevar a un partido de fútbol fue el 15 de abril de 1998, a un Israel-Argentina. Fue un partido reñido hasta que en el minuto 68 Haim Revivo lanzó un tiro libre a 30 metros de la portería y marcó el gol de la victoria», rememora. Su punto de partida.
Desde ese momento, Revivo se convirtió en su ídolo y eso hizo que se empezara a interesar por el Celta. «Empecé a ver todos sus partidos. En ese momento era jugador del Celta en los que fueron algunos de los mejores años del club. Era e equipo de Míchel Salgado, Makelele, Karpin, Mostovoi, Mazinho, Dutruel, Cáceres... Los días de gloria», valora. Asegura que nunca olvidará el gol de la victoria de su ídolo en Anfield ante el Liverpool en la Copa de la UEFA de 1998.
Celtista entregado, Gorodetzer es también fan de otros dos equipos que han tenido algún vínculo con el Celta en los últimos años. Uno es el Beitar Jerusalen, donde militaron los canteranos Andrés Túñez y Jonathan Vila. «Cuando creces en Israel y te encantan los deportes, como es mi caso, te empapas de fútbol, el deporte número 1 del país en popularidad», desgrana. El Beitar era en ese momento «el mejor equipo del país y lo más parecido que tenía a un equipo de casa», aunque al crecer en una familia judía ortodoxa y jugar el equipo casi siempre los sábados en esa época, raramente podía ir.
Y el otro equipo con el que ha simpatizado es el Manchester United. «Me hice fanático casi al mismo tiempo que del Celta», relata. Por eso las semifinales de Europa League del año 2017 fueron un trago agridulce para él. «Supe que pasara lo que pasara, no iba a estar demasiado triste ni demasiado feliz porque uno de los equipos que amo sería eliminado», cuenta. Y al final, sufrió el adiós del Celta como un aficionado más. «Cuando Guidetti falló ese tiro al final y perdió la oportunidad de asegurar el lugar del Celta en la final, se me llenaron los ojos de lágrimas. Estuvo tan cerca...», rememora.
Tampoco él ha sido ajeno al sufrimiento de las dos temporadas anteriores a la actual. Como ahora a la ilusión y la esperanza despertadas por el Chacho. «Espero que Coudet sea el hombre que pueda mejorar todo y que pronto veamos al Celta en Europa otra vez», proclama. Mientras, sigue como administrador de una página de Facebook Celta Vigo Israel con un objetivo claro: «Tratar de difundir el amor por el Celta».