Tres porteros analizan los movimientos del guardameta argentino en los penaltis después de parar tres de los cinco detenidos en toda la competición
23 sep 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Cinco penaltis se han detenido en lo que va de temporada en Primera División y tres de ellos los atajó Matías Dituro. El primero, a Rubén García, de Osasuna; el segundo, a Salvi, del Cádiz, y el tercero, a Roger Martí, del Levante. Las dos paradas restantes llevan las firmas del sevillista Bono a Oyarzabal (Real Sociedad) y del rayista Dimitrievski a Enes Unal (Getafe).
¿Cuál es el secreto del portero del Celta? ¿Verdaderamente es un parapenaltis o se trata de un acierto puntual? Tres porteros de varias épocas y rangos fueron consultados por La Voz y todos ellos coinciden en destacar la capacidad que tiene Dituro para aguantar hasta el golpeo del lanzador y también su intuición. Dos de las tres veces, se tiró a su lado derecho, y en la otra, rectificó para sacar el balón con el pie, pero colocándolo en el sitio adecuado.
«Dituro é un porteiro que aguanta moi ben. O seu posicionamento corporal fai que estea moi erguido e domina en todo momento o rival, aguanta ata o último momento», comenta Roberto Fernández, con pasado en el Celta y con una amplia trayectoria en la élite en el Granada y en el Sporting de Gijón. El chantadino añade que «é moi intuitivo», un aspecto en el que hace mucho hincapié un veterano como Fermín Hortas: «O dos penaltis é unha intuición que se ten. Hai porteiros ós que se lle dan ben os penaltis e Dituro é un deles. Nunca se vence, aguanta ó máximo, porque do contrario, o rival podería cambiarlle a traxectoria».
Los estudios de Nando Villa
La tercera pata de la increíble racha de Dituro -iguala a su compatriota Cavallero como el portero del Celta con más penaltis parados (en la 02/03)- es el estudio que realiza Nando Villa, el preparador de porteros del conjunto vigués desde hace más de un lustro. «Hai unha parte de estudio importante que supoño que levará Nando, que tamén ten parte de culpa», indica Alberto Domínguez, el portero del Coruxo, que pone a Diego Alves, el que fuera guardameta del Valencia, como uno de los grandes especialistas.
Alberto añade el apartado psicológico que él mismo sitúa en el epígrafe: ciertas habilidades. Un arte que consiste en «ver al lanzador, ponerlo nervioso, ver por dónde puede ir, cuál es su posición corporal y mantener la concentración en todo momento».
Del mismo modo que los porteros y sus preparadores estudian a los lanzadores, estos ahora responden con la misma medicina. «Agora os xogadores teñen moita máis pausa e estudan tamén ós porteiros», prosigue el compostelano del Coruxo.
Que los futbolistas se lo tomen con filosofía puede estar generado por la obligatoriedad de tener un pie pisando la línea de gol en el momento que el ejecutor lanza el balón, una situación que todavía complica más el cometido de los porteros en el lance. «A norma aínda o fai máis difícil, porque os porteiros teñen que estar continuamente pisando a liña. É algo que hai que traballar constantemente cos porteiros para que non se adianten», analiza Roberto. A Dituro no le revisaron ni una sola de sus tres paradas, que tampoco tuvo reclamación por parte del rival, lo que resulta el mejor indicativo que estaba en la posición reglamentaria.
Técnicamente, esto significa que cada portero «ten que esperar ata o último momento do golpeo e logo facer un impulso para poder chegar ó balón», prosigue el lucense, que no tiene reparos en calificar de «marabilla» la estadística que presenta Dituro.
Cuestión de confianza
La confianza es un tema capital, y mientras la del argentino va en aumento partido a partido, la de sus lanzadores comienza a menguar. «Están sobre aviso», apunta Hortas, que no ve normal que haya conseguido semejante índice de efectividad nada más ingresar en la Primera División española. «Non é nada normal. Igual nunha tanda de penaltis con cinco lanzamentos resulta menos sorprendente, pero que suceda algo así en partidos diferentes tan seguidos é algo rarísimo».
Más en un equipo como el Celta, en donde los penaltis eran una cuenta negativa segura. Rubén Blanco, ahora suplente, no detuvo ninguno de los 19 que le han tirado en liga (atajó una en Copa), Sergio Álvarez colgó los guantes parando tres y Yoel e Iván Villar salen a uno por cabeza desde el regreso del Celta a Primera. En el caso de Dituro, no puede tildarse de extraño, ya que el guardameta había parado dos la pasada temporada con el Universidad Católica y en el 2014 en Bolivia paró seis de siete. Casi nada.
«Estoy contento porque sirvió para ganar»
Matías Dituro no quiso centrar su discurso en el modo de parar el penalti lanzado por Roger Martí, sino por los réditos de su intervención: «Estoy contento porque sirvió para que el equipo ganara, creo que nos merecíamos un triunfo porque venimos trabajando muy bien. Poder regalarnos un triunfo y tener a la gente contenta por todo el apoyo que nos ha dado a pesar de los resultados era muy importante», comentó.
En su análisis de la contienda el portero tiró de manual: «Ganamos en un campo difícil y ante un rival que también estaba necesitado. Nos sacamos la espina de que no podíamos ganar en esta Liga, pero tenemos que seguir trabajando con cautela porque solo hemos ganado un partido».
El objetivo ahora es que el Celta comience a remontar posiciones en la tabla y alcance cuanto antes la zona media en donde pueda ver el futuro de otra manera. Para conseguirlo, sus paradas desde los once metros pueden ser providenciales, aunque Coudet no quiere más sustos.