Nico Arguedas estará hoy apoyando al equipo vigués frente al Ebro rodeado de afición local
30 nov 2021 . Actualizado a las 10:22 h.El Celta estará acompañado esta noche en La Romareda por miembros de peñas celtistas como Burgalegos o Blau Cel, que ya han confirmado su presencia en el duelo de Copa frente al Ebro. Pero no serán los únicos. En medio de la afición local habrá un joven celtista maño de 14 años que soñaba con que el sorteo deparara a los vigueses el cruce que finalmente les tocó. Se llama Nico Arguedas y no tiene ningún vínculo con Galicia más allá del que él mismo ha creado.
Su padre, Melquíades Arguedas, recuerda que al chaval no le entusiasmaba el fútbol cuando era pequeño. «No le atraía en demasía, mientras que a mí sí me gusta mucho el deporte. Pero pasó del todo a la nada. Ahora es un loco del fútbol y para él, el Celta es un equipo muy importante», introduce el progenitor. Tanto él como el chaval rememoran que el flechazo con el club vigués comenzó por las equipaciones. «El color celeste me llamó la atención cuando tenía siete u ocho años y empecé a seguirlo hasta que en el 2015 estuvimos en Balaídos y ahí ya me hice del Celta», relata Nico.
Arguedas padre califica la afición de su hijo como «una cosa sorprendente», especialmente cuando procede de una familia de zaragocistas. Y constata que ha ido creciendo con el tiempo hasta el punto de que también se interesa por la cantera y está pegado a la actualidad del club pese a una distancia que ronda los 900 kilómetros. «En su momento empieza a ver los partidos, el juego le gusta, se fija en los chavales e la cantera que juegan en el primer equipo... Y Iago es mucho Iago», dice sobre el gran ídolo de Nico.
Pero aunque Iago no vaya a estar, el joven maño no le hace ascos a ninguno de los demás. Ni a nada que tenga pasado o presente celeste. «Voy a ir al hotel y espero estar con Renato (Tapia), con Dituro... Supongo que Hugo (Mallo) y Jeison (Murillo) serán titulares», comenta. Su padre añade que fue a fotografiarse con la camiseta del Celta con el Toro cuando estuvo cedido en Zaragoza como ahora sigue de manera especial a Sergio Bermejo. Incluso fue a fotografiarse con Krohn-Dehli cuando fue allí con el Deportivo: «Le dije que tuviera cuidado con cómo lo gestionaba, pero él estuvo encantador», recuerda Melquíades. Y más recientemente, cuenta él mismo, fue a retratarse con Iván Villar cuando el Leganés visitó su ciudad.
Padre e hijo estarán hoy en La Romareda, el primero apoyando a los locales y el segundo, con los visitantes. Nico reconoce que siente nervios ante la primera vez que verá al Celta en su ciudad. Estar rodeado de afición local -empezando por Melquíades- será «una sensación rara» pero que está deseando experimentar. «Claro que voy a ir con mi camiseta del Celta», avanza. Su padre comenta que es «un sueño cumplido» para el pequeño ver al Celta en Zaragoza, aunque «lo que no podía esperar es que fuera contra el Ebro».
Nico espera que sea un partido disputado, que no tenga nada que ver con el del Ibiza del curso pasado, pero que tampoco el Celta lo tenga excesivamente fácil. Tiene claro lo que le gustaría presenciar: «Quiero que ganemos y que algún jugador de los que suelen ser titulares tenga que estar los 90 minutos en el campo. Porque quiero que sea un partido divertido, no que el Ebro vaya ganando 3-0 como contra el Ibiza ni tampoco que nos paseemos. Que haya respeto por el rival», anhela.
El sorteo lo vio solo en un cuarto y con el presentimiento de que habría un Ebro-Celta, como él deseaba. «Tenía mucha fe y en el momento que sale la bola del Ebro y, al minuto, la del Celta, estaba gritando de emoción», rememora. Pase lo que pase, hoy será un día especial para un celtista que no estaba llamado a serlo, pero que decidió que su corazón es celeste.
