Varios accionistas expresaron el malestar por no tener respuestas a los problemas que ya se plantearon en asambleas anteriores
19 dic 2021 . Actualizado a las 05:00 h.En el turno de ruegos y preguntas de la junta de accionistas de ayer quedó patente el malestar generalizado que existe entre los abonados del club por el trato que reciben por parte del Celta. Coincidieron varios en señalar que sus demandas, además, fueron expuestas en asambleas anteriores y que no fueron solucionadas. Carlos Mouriño replicó que están tratando de mejorar, que se están «moviendo» en ese sentido y pidió tiempo. Argumenta que nunca hacen «nada con la intención de molestias al socio», aunque el resultado sea ese en ocasiones.
Varios de los aficionados que intervinieron manifestaron que les resulta imposible encontrar a quién recurrir para solucionar problemas concretos. Demandan «unha oficina de abonados e un teléfono que funcione fóra das redes sociais», en palabras de Eladio Tizón. Porque otro asunto tratado fue el de las dificultades de la gente mayor para el manejo de las nuevas tecnologías, algo que, de hecho, llevó a que se retirara de la votación un punto en el que se autorizaba al club a convocar juntas exclusivamente telemáticas. Varios de los presentes intervinieron para mostrar su descontento y el consejo acabó renunciando a que se sometiera a votación.
Filipe Abalde puso el foco en lo «encomiable» de un celtismo cuyas reclamaciones se repiten año tras año, apuntó. «Sabemos onde fallamos e non se arranxa. Entra a variable da falta de vontade e iso é o que realmente molesta», indicó. Mencionó algunos de esos problemas que vienen de atrás, como «non poder levar a un neto, ter o necesario nun baño —en cuanto a la higiene femenina— ou unha oficina onde acudir».
También hizo referencia Abalde a un tema de debate en los últimos meses en las redes sociales: el empleo del gallego en los perfiles oficiales del Celta en las mismas. «O salto a nivel comunicativo é brutal, pero o galego está desaparecido. As redes son a imaxe que o clube quere trasladar, e se esa imaxe é de arraigo e identidade, a presenza do galego ten que estar en porcentaxes máis altas», opinó al tiempo que incidía en que no se trata de una cuestión política y si lo interpretan así es que «non entenden nada».
José Tilves, que como el resto de personas que intervinieron también elogió la gestión del presidente y el hecho de que el club esté saneado y sea viable, pidió que «no se deje que el sentimiento celtista muera» y apeló a la unión. «A veces nos perdemos en mails de promoción y es difícil encontrar una persona en el club que te eche una mano. No se comunica bien», dijo.
El presidente Mouriño, por su parte, se comprometió a intentar mejorar y pidió margen. «Como vosotros queréis al Celta, lo queremos nosotros. Y os queremos a vosotros», aseguró.