El Tudelano logró el primer triunfo de la temporada ante el equipo de Onésimo
19 dic 2021 . Actualizado a las 14:10 h.La sombra de los partidos de Riazor y A Malata sobrevoló el duelo entre Tudelano y Celta B desde el principio. Apenas se había sobrepasado el primer cuarto de hora cuando el filial celeste perdía 2-0 fruto de un inicio esperpéntico frente al colista, que hasta ahora no había ganado un solo partido y llevaba cinco puntos fruto de otros tantos empates. Solo llevaban ocho goles a favor y únicamente en un encuentro anterior habían marcado dos goles. Aunque ese 2-0 fue el resultado final, el partido supone un nuevo borrón para un segundo equipo celeste capaz de lo mejor y lo peor.
El Tudelano no ejerció de colista casi desahuciado en la despedida de su capitán, el Calvo Delgado, que deja el fútbol por motivos profesionales. Salió a por todas y se encontró con todas las facilidades del mundo por parte del filial, perjudicado además por el mal estado del terreno de juego, que no puede servir de excusa. No se habían cumplido los tres minutos cuando Álex Gualda adelantaba a los locales. Y no era su primera llegada, sino que Gaizka Campos ya había desbaratado una ocasión anterior con una buena intervención.
El gol tempranero pudo haber quedado en accidente, pero lejos de ser así, el Tudelano logró que el Celta se sintiera muy incómodo, que el balón no le durara nada y que a los 16 minutos se viera ya dos goles abajo al lograr batir Pablo Caballero al meta celeste. Poco a poco los vigueses fueron a más -no quedaba otra tras tal inicio- y comenzaron a crear peligro, especialmente por mediación de un Javi Gómez muy activo pero poco acertado.
Con el paso de los minutos, la situación se invirtió y fue el equipo vigués el que tuvo el balón y algunas oportunidades, pero esa superioridad no tuvo premio. Reclamaron los jugadores del Celta B un posible penalti a Lautaro -cuya lesión de la jornada anterior quedó en un susto-, pero el colegiado no dudó en no señalar la pena máxima. Y con el 2-0 se llegó al descanso.
Nada cambió en la segunda mitad, con el Celta disponiendo de ocasiones para haber recortado distancias, con un Alfon especialmente activo, pero un Tudelano muy sólido en defensa que tampoco pasó demasiados apuros. Movió banquillo Onésimo para dar entrada a Gabri Veiga, Thomas Carrique y Fernando Medrano por Carlos Domínguez, Javi Gómez y Miguel Rodríguez y el equipo mejoró con los cambios y comenzó a llegar con más facilidad.
Los célticos lo intentaron hasta el final, pero desperdiciaron todo tipo de ocasiones, también a balón parado en un partido que no estaba para ellos. Fue el día soñado para un Tudelano que había sido eliminado en Copa por el Bergantiños y que había marcado dos goles en sus anteriores siete partidos, los mismos que le hicieron al Celta B.