El máximo realizador del juvenil céltico 2020/2021 es ahora pichichi del Celta C Gran Peña mientras entrena con el B y el primer equipo: «Lo importante es jugar»
18 feb 2022 . Actualizado a las 20:41 h.Fran López (Ferrol, 2002) desprende entusiasmo en cada palabra cuando habla de su momento como futbolista del Celta. Juega y marca con el Celta C Gran Peña —14 goles en 14 partidos— mientras exprime cada oportunidad con el B, con el que entrena habitualmente, y de ejercitarse con el primer equipo. «Son sesiones de aprendizaje que nunca vuelven», observa. El máximo goleador del equipo de División de Honor céltico 2020/2021 nació en Ferrol, pero vive en Vigo desde los dos años y lleva más de media vida, once, en el club de sus amores, el Celta, al que llegó tras pasar por Rápido y Coruxo.
El delantero, en su primer año sénior, fue uno de los canteranos que se incorporaron al nuevo segundo filial celeste. Consciente de que hacerse un hueco en el B -con que el que ya debutó la pasada campaña- era complicado, agradece esta oportunidad. «Sales de juveniles y es un paso difícil. Hice la pretemporada con el filial y me dejaron claro que iban a crear un Celta C y que estaría ahí para tener minutos cada fin de semana y no estar parado si no jugaba en el B», detalla.
Siempre aceptó ese planteamiento de buen grado, pese a que la idea era que el Gran Peña militara en Tercera y, tras el ascenso frustrado, compite en Preferente —categoría de la que López es máximo goleador—. «No se pudo dar, pero lo afrontamos con mentalidad positiva. No es tanto una cuestión de categorías o equipos como de tener minutos, ir curtiéndose, crecer y seguir mejorando», reflexiona.
Admite que tuvo opciones de Segunda RFEF el pasado verano, pero no las escuchó. Negoció muy rápido una «especie de renovación» con el Celta por tres años que no estipula el equipo en el que va a estar. «Quería seguir aquí. Mi entorno y yo pensamos que la mejor opción era continuar en Vigo», dice este estudiante de segundo de Fisioterapia que se define como 100 % celtista desde muy niño, mucho antes de llegar al club.
La Preferente era completamente nueva para Fran, que sabía que iba a ser importante mejorar a nivel físico. «De jugar con gente de mi edad o menor al ser juvenil de tercer año, pasé a hacerlo contra futbolistas mayores. Físicamente, nosotros en general estamos más frescos, pero ellos tienen un plus de experiencia», precisa. Conforme han ido pasando los partidos, se ha ido sintiendo más cómodo y han llegado los goles, que señala que los ha metido él como podían hacer sido «Darío (Germil), Óscar (Gil) u otros grandes jugadores» con los que cuentan.
Destaca que el conjunto de Srdan Bajcetic —con el que ya había coincidido en la cantera del Celta— tiene «un vestuario muy unido y donde las relaciones interpersonales son superbuenas» a pesar de que la mayoría no se conocían de antes. A eso achaca el «desliz» de las derrotas en las dos primeras jornadas, algo que ahora queda lejos, pues son líderes con un importante colchón. «Los entrenamientos que llevábamos no dan para conocerse y fue fruto de eso. Ahora, desde luego que el objetivo es el ascenso ya que no se pudo jugar este año en Tercera», subraya.
«Todo es positivo»
Para Fran, cada semana es diferente. Suele entrenar con el B y bajar los sábados antes de jugar con el C, siempre que Onésimo Sánchez no le convoque. Ha llegado a ir al banquillo del segundo equipo por la mañana y jugar con el tercero por la tarde. «Todo es positivo. Si juego con el B, genial; si no, tengo otra oportunidad con el C. Es cierto que igual comes a todo correr o estás más cansado porque has tenido que madrugar mucho, pero son esfuerzos que se hacen», indica. Se prohíbe a sí mismo «una mala cara o estar triste por no jugar con el B; los compañeros no lo merecen».
«Mi rendimiento marcará en qué equipo estoy»
Fran López solo tiene palabras de gratitud para el entrenador del Celta B, Onésimo Sánchez, que le ha prestado «mucha atención» ya desde el primer entrenamiento a sus órdenes el curso pasado. «Siempre ha intentado que mejorase y he aprendo mucho con él. Me ha dado la confianza de ‘te llevo conmigo porque creo que estás preparado, pero en caso de no participar, no quiero que te quedes sin jugar'. Mira por su equipo, pero también por mí», agradece antes de calificarlo como «gran entrenador y gran persona» que le ha ayudado a gestionar la situación de estar entre el C y el B.
Ocasionalmente, además, ha trabajado con Eduardo Coudet en entrenamientos que considera impagables. «Son sesiones de aprendizaje que no vuelven. Me fijo en todos, de todos se puede aprender. Para estar en Primera, es que algo tienes no solo a nivel técnico, sino de cabeza. Se necesita una fuerza mental y unas capacidades físicas tremendas», analiza. Cuenta que estar ahí es lo que lleva queriendo toda su vida, por eso trata de aprovechar al máximo. «Como delantero, me tengo que fijar en Santi Mina. En Iago Aspas es más complicado porque lo que hace él no lo hace nadie», asume.
«Yo trabajo, trabajo y trabajo»
De cara al futuro, Fran explica que en su contrato de tres años no está estipulado a qué equipo pertenecerá. «Donde tenga que estar, estaré. Lo marcará mi rendimiento», dice. Es lo mismo que contesta cuando se le plantea qué piensa de que se diga que con sus 19 goles en juveniles merecía estar en el filial y no en Preferente. «Intento evadirme de los comentarios, pero te llegan, te los mandan. No voy a estar en un equipo o en otro por lo que se diga, sino por lo que haga. Y yo trabajo, trabajo y trabajo para que si el entrenador cree que merezco oportunidades, me las dé», apunta. Repite que el Celta C es un gran paso «para que los jugadores crezcan en el propio club al salir de juveniles, ya que pretender que todos den el salto al B es imposible».
Fran López es feliz en Vigo y en el Celta y, como ya dijo en una rueda de prensa semanas atrás, por él, no se movería nunca. Lo reitera: «No tengo en mente irme a medio plazo. A largo, no lo puedo decir, porque no sé lo que me va a deparar la vida. Pero soy muy celtista desde muy pequeño y por mí estaría aquí siempre», anhela.
De momento, se reivindica haciendo otra cosa que también le encanta desde la infancia y en la que viene destacando sobre todo desde que era cadete, cuando dice que empezó a desarrollar su juego actual: marcar goles. Con 14 en 14 partidos en su primer año sénior, tiene a tiro los 19 del curso pasado.