La cara más personal del Chacho Coudet

GRADA DE RÍO

Trabajó en el sector financiero cuando se retiró, su padre era el dentista de Boca cuando jugaba en River, tiene un hermano con una discapacidad y cuatro hijos

26 mar 2022 . Actualizado a las 09:04 h.

En el último aplauso que recibió como futbolista, el 22 de octubre del 2011, Eduardo Coudet portó el dorsal 88. Su equipo, el Fort Lauderdale Strikers, disputaba la ida para ascender a Major League Soccer, ante el Minnesota United. Lo sustituyó Mike Palacio a 9 minutos del final ante menos de 5.000 espectadores. En Estados Unidos aparcó el Chacho las botas y allí inició otra vida profesional lejos del fútbol. Lo hizo en Miami, junto a un amigo. Allí residió Coudet entre el 2011 y el 2014.

«Me dediqué a las finanzas. Trabajaba para dos bancos de Estados Unidos y para dos de Suiza. No usaba mucho la corbata, solo para reuniones ejecutivas. Viajé mucho en esa época, vi muchos partidos, muchos entrenamientos, realmente me capacité para ser entrenador», contó años después, en abril del 2019, tras proclamarse campeón como técnico de Racing de Avellaneda en una entrevista concedida a la emisora argentina Metro 95.1 en la que el Chacho mostró su cara más personal. Habló de sus padres, Gerardo —ya fallecido— y Nora. También de su hermano Gerardo.

«Gracias al fútbol puedo ayudar a mi vieja y a mi hermano»

«Mi viejo era el dentista de Boca cuando yo jugaba en River. Mi mamá, ama de casa. Tengo un hermano cinco años mas grande con una discapacidad», reveló entonces el ahora técnico del Celta. «Antes se veía distinto, te miraban raro. Hoy es algo socialmente aceptado. Gracias al fútbol tengo la posibilidad de poder ayudar a mi vieja y poder ver que mi hermano está bien. Soy un agradecido de poder ayudarlos en todo eso». Coudet había logrado sus mayores éxitos como jugador de River Plate —ganó 4 torneos de Clausura y uno de Apertura entre 1999 y el 2004— después de haberse confesado en televisión —en 1994—hincha de Boca.

De la consecución de su primer título como entrenador en Racing, Coudet contó también una anécdota relacionada con su papel como padre: «Tuve que salir de la concentración el viernes antes de Belgrano por el cumple de mi nena... Era una fecha importante la que nos jugábamos, imagínate lo tranquilo que estaba». Su hija Juana cumplía ese fin de semana 15 años. Racing ganó 1-0 a Belgrano y en la jornada siguiente, tras empatar 1-1 con Tigre —con un tanto de Augusto Solari— se proclamó campeón.

«Hasta que saliera el varón, tomaría riesgos»

El Chacho es padre de cuatro hijos: Lola (20), Juana (18), Sol (15) y Eduardo Guzmán (10). «Hasta que saliera el varón iba a tomar riesgos, sino me quedaba solo con cuatro mujeres», contó divertido.

El pasado mes de octubre, antes de recibir en Balaídos a la Real Sociedad, Eduardo Coudet sorprendió a más de uno en la sala de prensa con un ejercicio de sinceridad cuando respondía, de forma telemática, a la prensa. «Al no estar acá... Les digo la verdad... Tengo los huevos llenos de verlos en la cosita. Ya no aguanto más. No me gustan las redes sociales. Imagínense hablar con una computadora. Me gusta hablar de fútbol con las personas. Pero bueno, seguimos con esta realidad. Perdón la extensión. Era un poco contar lo que va sucediendo. Tenía ganas de charlar. Estoy solo, no está mi familia, se fue mi mujer. No tengo con quién charlar. Los agarré a ustedes de psicólogos». Fue el mayor guiño en público a su esfera más personal desde que llegó a Vigo.