Tras jugar un gran partido e igualar su mejor marca goleadora en Primera, el de Salceda indicó que «el celtismo está por encima de cualquier persona»
16 may 2022 . Actualizado a las 20:50 h.Seguramente no era un día fácil para él, pero la despedida de Denis Suárez del celtismo en Balaídos salió a pedir de boca en lo que se refiere al futbolista de Salceda de Caselas. A los ocho minutos de partido —un duelo el en que muchas miradas estaban puestas en el centrocampista del Celta—, abría el marcador, lograba su cuarto gol de la temporada y hacía que una hinchada que ya mayoritariamente le venía apoyando se viniera abajo. Además, el equipo se llevó los tres puntos.
Los gritos de «Denis, quédate» que comenzaron el sábado anterior frente al Alavés -alternando en esa ocasión con el «Denis, sí; Mouriño, no», que ayer se oyó de manera más tímida en la grada de Gol- se repitieron ante el Elche ya antes de que el jugador viera portería. Cuando lo hizo, el canterano encontró el momento ideal para mandar un mensaje claro. Se señaló el escudo y lo besó, un gesto que no se le había visto hacer anteriormente y que hablaba por sí solo.
Después, el salcedense se manifestó con claridad a través de las redes sociales con un texto que, de nuevo, encaja en la idea de la despedida. «El celtismo está por encima de cualquier persona», introdujo junto con la foto del beso al escudo en la celebración de su gol. Y agregó: «Gracias por esta temporada. Ha sido un placer. Sempre Celta».
A la conclusión del partido, parte del protagonismo también le correspondió a él. Porque cuando Mouriño intervino en el homenaje a Nolito, apenas se pudo entender lo que decía ante los silbidos que provocó que el presidente cogiera el micro. Después, cuando el equipo se acercó a la grada de animación, se repitieron los cánticos de apoyo y a él se le pudo ver hacer gestos de agradecimiento y despedida. Se llevó la mano al pecho donde lucía el escudo del club de su vida por última vez en Balaídos.
Ya en la previa del partido, Denis había animado a la afición a asistir en masa. Sin aludir a una despedida que a nadie se le escapa, señalaba: «Cómo nos gusta ver Balaídos lleno. Os esperamos a todos para despedir juntos la temporada». Muy dado durante estos tres años a lanzar mensajes a través de las redes tanto en los momentos buenos como en los delicados, tampoco quiso dejar hace algo más de una semana de agradecer el apoyo que le habían mostrado: «Me quedo con vuestro cariño incondicional. ¡Gracias por tanto!».
La voluntad de Denis de seguir en Vigo parecía clara. Se ofreció a negociar directamente, como lo hizo con su actual contrato, después de que Carlos Mouriño dejara claro que el Celta no quería saber nada de su agencia. Pero la postura del presidente no se movió en ningún momento. Dejó claro que, sin cambio de representación por parte el jugador, permanecería en la grada en caso de quedarse. Algo que no se puede permitir un jugador de 28 años y que a partir de la próxima semana tendrá que empezar a escuchar ofertas y tomar decisiones.
Curiosamente, se marcha de Vigo después de firmar su mejor año y de igualar su récord goleador en una temporada en Primera: cuatro tantos, los mismos que había anotado en Villarreal. Se da la circunstancia de que los cuatro tantos anotados este curso por el salcendese sirvieron para ganar y los cuatro fueron en Balaídos.