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2-0 | El Celta adelanta las vacaciones y cae en Valencia

GRADA DE RÍO

CARLA CORTÉS - LOF

Los vigueses, mermados, con falta de intensidad y con errores en defensa, no comparecen en el desértico Mestalla y acaban undécimos en la clasificación

21 may 2022 . Actualizado a las 19:56 h.

Coudet quería un buen cierre temporada, pero los solistas viajaron a Valencia con las chanclas y la toalla en la maleta. El Celta ya estaba de vacaciones cuando saltó al desértico campo de Mestalla y en la última media hora ni existió. Ganó el único que lo intentó: el Valencia de Bordalás, lo que condena al conjunto vigués a la undécima posición final en la liga y le resta un millón de euros en el reparto televisivo. El mal cierre de campaña no lo pudo salvar ni Iago Aspas, que por segundo partido consecutivo se quedó sin marcar y aunque amarra su cuarto Zarra (de un modo virtual) no puede hacerlo en solitario, sino que tendrá que compartirlo con Raúl de Tomás. Lo único bonito del último día ver a Nolito con el brazalete de capitán. Lástima que su despedida no pase a la historia.

Nada invitaba al fútbol en el penúltimo sábado de mayo: ambiente bélico, partido casi a puerta cerrada, sin casi nada en juego y un día de verano. El escenario ideal para que los dos equipos se echasen una siesta, pero durante la primera media hora solo lo hizo el Celta, huérfano de sus señas de identidad. Ni rastro de presión e intensidad y sin intención de robo ni de ganas de acaparar la pelota. El Valencia quiso más el balón, presionó más y terminó generando ocasiones suficientes para al menos darle una alegría a su afición, que se quedó fuera del estadio en protesta por la deriva que vive la entidad ché desde el acceso de Peter Lim a la presidencia. Primero Gayá pudo a prueba a Dituro y más tarde Maxi Gómez envió al limbo una licencia defensiva de un Araújo que parecía estar en México antes de tiempos.

Poco antes de la media hora todo el sistema defensivo vigués colaboró para que una sucesión de centros terminasen llevando el balón al pecho de Maxi Gómez, y el excéltico abrió el marcador. El 1-0 espabiló, al menos un poco, a un Celta que solo presentó la novedad de Nolito, además de capitán en el día de su adiós, y que colocó a Denis Suárez en la posición de Beltrán, jugando Brais por dentro y quedando la banda para Solari.

La idea a priori, requería de mucho balón pero el Celta no lo hizo suyo hasta verse por detrás en el marcador. Y cuanto lo tuvo, estuvo a centímetros del empate, en una excelente diagonal de Aspas con una dejada magistral de Galhardo que Nolito no pudo aprovechar para poner el broche de oro a sus días de celeste. Remató forzado y Jaume sacó el balón con el pie en la misma línea. Poco después, el mismo Nolito sacó un buen centro que Aspas cabeceó alto.

El segundo tiempo fue una deserción total. Con la lesión de Solari y la entrada en el campo de Gabri Veiga, el más enchufado de todos, y con Denis en su posición habitual, el Celta parecía desperezarse, pero las ganas le duraron el tiempo justo que Araújo tardó en marcar el segundo del Valencia en propia meta. Los ché salieron a la contra, Maxi Gómez quiso centrar y el central mexicano, en su intento de despeje, acabó introduciendo el balón en su propia portería.

Entonces comenzó la rueda de cambios, el partido se convirtió en una pachanga de verano y el único que pudo marcar fue Galhardo en un remate que le sacó Jaume. Aspas entró en juego y lo intentó, pero el décimo octavo gol no llegó. Lo mejor es que todos los deberes ya estaban hechos y el partidito solo formará parte de la estadística.