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Balaídos, séptimo curso en obras

LA VOZ VIGO

GRADA DE RÍO

Oscar Vázquez

La grada de Marcador del estadio del Celta cuenta con el 50 % de la estructura realizada y una vez completada, se deben acometer la cubierta, la conexión entre gradas y los accesos

08 jun 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Balaídos, el estadio del Celta, comenzará la temporada por séptimo año consecutivo en obras y, por lo tanto, con merma de aforo. A estas alturas, la estructura de la grada de Marcador camina hacia la mitad y la previsión del Concello de Vigo es poder contar con ella a principios del mes de enero o incluso tras el parón del Mundial, lo que obligaría a un importante esprint en el segundo semestre del año 2022.

Seis años largos después del inicio de las obras, el balance de situación, más allá de polémica sobre la construcción y sus acabados, indica que están reformadas las gradas de Tribuna, Río Alto y Río Bajo, que Marcador está a medio camino y que Gol tendrá que seguir esperando por el momento.

Comenzada en marzo del 2021, aunque la demolición parcial se realizó en verano, la grada de Marcador está a medio hacer en la actualidad. Después de un retraso en el derribo del graderío viejo por la existencia de un transformador, de y la aparición de algún imprevisto como muros, las obras se aceleraron en los últimos meses. Pero en la actualidad, la intervención se ciñe a la colocación de los pilares, a la planta más baja de la estructura y a una segunda altura que en estos momentos tiene construido un 50 % del total.

Todo indica que los trabajos se mantendrán a lo largo del verano con el objetivo de completar esa primera estructura que más tarde debe dar paso al propio graderío y a las dependencias interiores que están proyectadas. La colocación de las butacas sería el último eslabón de esta cadena.

Un punto importante, y puede que no exento de cierta complicación, será la instalación de la cubierta, que debe ir unida tanto a Tribuna como a Río para darle al estadio la misma altura, uno de los puntos claves de la reforma, según sus promotores, para conseguir la máxima uniformidad.

A mayores, una vez finalizada, el exterior requiere una humanización, ya que en la actualidad hay un importante desnivel entre la calle y la entrada al graderío, una intervención que no se puede desligar de la propia grada por la necesidad de darles acceso a los aficionados. En el proyecto de la obra, se prevén cinco puertas de entrada que, a su vez, desembocarán en ocho ascensores panorámicos con capacidad para 21 espectadores cada uno. Dos de las bocas de estos ascensores estarán cerca de las gradas de Tribuna y Río para que puedan prestar un doble servicio.

El proyecto del estadio también contempla la conexión entre gradas. Según la hoja de ruta, Tribuna Baja tendrá un paso a nivel del terreno de juego que puede ser utilizado para evacuar a los aficionados del estadio y también introducir la maquinaria necesaria para cuidar el campo. Esta misma grada debe tener otro con Marcador bajo a través de un pasillo central, algo que se repite en el anillo superior. Lo mismo, entre Río y Marcador. A diferencia de la actualidad, no habrá comunicación a ras de campo.

En total, y según los datos oficiales ofrecidos en su día, serán 20.000 metros edificables (el graderío se acerca ocho metros al terreno de juego) y el aforo previsto alcanza las 6.418 butacas, con un coste por asiente de 2.800 euros. El presupuesto global para esta obra, que sufragan a partes iguales Concello de Vigo y Diputación de Pontevedra, es de 15,4 millones de euros, según informó el consistorio.