El club tiene previstos tres escenarios, entre su segundo y su tercer equipo, para continuar con la formación de la generación que dará el salto desde el juvenil
14 jun 2022 . Actualizado a las 09:05 h.El Celta dibuja un escenario a tres bandas para la generación de juveniles —2003 y 2004— que dio consistencia a su equipo de División de Honor esta última temporada. El ascenso del segundo filial, el Celta C-Gran Peña, a la 3ªRFEF ha supuesto un balón de oxígeno para el club, empeñado en acortar la diferencia competitiva. La desescalada en la progresión hacia el filial será diferente en función del caso.
Hugo Sotelo y Hugo Álvarez, los dos futbolistas que han estado la pasada temporada en dinámica del primer equipo, aunque su participación fue puramente testimonial, tendrán ficha del filial y serán jugadores del Celta B a todos los efectos. En el club consideran que su rodaje es mayor y pretenden sostener y darle coherencia a la apuesta que han venido realizando con ambos. Por ello, pese a que todavía está por dilucidar si Onésimo cumple o no el año de contrato que le resta —el técnico ha expresado su intención de hacerlo, pero en la sede de Príncipe está cuestionado— en la planificación de la próxima temporada entrarán ya Sotelo y Hugo Álvarez. Está previsto que el filial regrese al trabajo en torno al 11 de julio, aunque la fecha está pendiente de concretarse.
Con ficha del C y dinámica del B
En el segundo escenario de la desescalada, el club contempla que otros cuatro o cinco juveniles trabajen en dinámica del filial aunque con ficha del Celta C y su evolución dictará con qué equipo participan cada fin de semana, contando inicialmente para el tercer filial pero con las puertas abiertas del Celta B. Uno de los desajustes más evidentes en la última temporada ha venido precisamente en este eslabón, igual que en la contradicción de que Sotelo y Álvarez llegasen a tener minutos con el primer equipo —aunque residuales— sin haber entrado en una convocatoria del filial. Una situación que se vivió también con Damián Rodríguez, convocado en la última jornada en Mestalla —aunque no llegó a debutar— sin haber tenido presencia en el segundo equipo, con el que se estrenara ya en la temporada anterior, ni en el tercero.
En este segundo eslabón entrarían, a priori, jugadores como el lateral Tincho Conde, el propio Damián Rodríguez, y los todavía juveniles Yoel Lago y César Fernández, dos futbolistas con una gran proyección en los que el club tiene depositadas expectativas sobre su potencial crecimiento. De hecho, Yoel Lago, que puede desempeñarse como central o pivote, ya participó en tres partidos con el Celta B —ante Calahorra, Zamora y SD Logroñés— esta temporada. En el caso de César Fernández, que se concentrará mañana en Las Rozas con la selección española sub-18 para disputar los Juegos del Mediterráneo, que se celebrarán en Argelia del 22 de junio al 7 de julio, la intención del club es que dé un paso más en su crecimiento.
Con la portería del filial todavía por conjugarse, lo previsible es que César pueda entrar en dinámica del filial pero compita por ser el portero en la 3ªRFEF. El Celta B cuenta provisionalmente solo con Ruly García, tras la salida de Gaizka Campos —una apuesta de Onésimo, por el que el club tiene una opción de primer equipo que no prevé ejecutar— y la finalización de la cesión de Coke Carrillo, incorporado en el último día de mercado estival para suplir a Álvaro Fernández. El club pretende negociar con el Barcelona la prolongación del préstamo, con vistas a que Carrillo pueda competir por la portería del filial la próxima temporada. Una decisión que también complica la figura del tercer portero en el primer plantel, citado habitualmente en las concentraciones.
El delantero Jesús Ares —que concluyó la campaña como máximo artillero del Juvenil División de Honor— es otro de los futbolistas que podría entrar en este escenario intermedio, aunque, a priori, en el club cuentan con que su futuro esté en el tercer peldaño.
Un tercer filial competitivo
El objetivo de consolidar al tercer filial en la 3ª RFEF es también relevante para el Celta, y por ello pretende conjugar la formación de sus canteranos —el resto de juveniles estará en dinámica del C— con otros futbolistas con más experiencia como los que incorporó desde el fútbol modesto para el pretendido ascenso.
En esa ecuación, el club debe determinar también qué sucederá con futbolistas de la generación precedente a la que ahora asciende, como Gael Alonso, Darío Germil y Fran López —los tres del 2002— en los que se apoyó para el proyecto del ascenso.
Meixús, De la Iglesia y Mañas
De la generación juvenil del 2003, que completó la temporada con el División de Honor como campeón de grupo, y semifinalista de la Copa del Rey —apeado por el Espanyol— y de la Copa de Campeones —eliminado por el Barcelona, a la postre campeón—resta por aclararse la continuidad de algunas de sus piezas. Es el caso del defensa Pablo Meixús, que todavía no ha alcanzado un acuerdo para su continuidad, el mediocentro David de la Iglesia, que negocia su renovación, o el delantero madrileño Aitor Mañas, incorporado como cedido desde el Real Madrid en diciembre, que anotó 14 goles, y sobre el que el Celta tiene reservada una opción de compra.