Un 94 % de los abonados, el mejor porcentaje de los últimos años, renovaron su abono y el Celta podría ampliar el tope de los 15.000 socios previsto
17 jul 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Cambio radical. La llegada de Raúl Rivas parece haber obrado el milagro y de la fractura social el Celta ha pasado a la mayor renovación de abonos que se recuerda en muchos años. El club anunció ayer que ele 94 % de los socios del curso pasado han renovado sus carnés para la temporada 22/23, lo que, unido a 3.020 nuevas altas solicitadas, puede llegar al conjunto vigués a ampliar el cupo de 15.000 socios que tenía previsto para dejar un 20 % para entradas sueltas para cada partido.
Todo indica que, si es posible, la cifra de abonados se podría estirar hasta los 16.000, lo que dejaría apenas 2.267 entradas disponibles para público por partido (al menos hasta que se pueda contar con la grada de Marcador). Además, cerca de dos millares de abonados han pedido el cambio de asiento, algo que comenzará a tramitarse en los próximos días, igual que la habitual llamada a aquellos socios que no renovaron en plazo.
Las mejores expectativas se han quedado cortas en el Celta. «Selaron a súa renovación o 94 % dos abonados», indicó el club en un comunicado. Ese porcentaje es el mejor de los últimos tiempos según los datos que maneja la entidad, que no ofreció el número concreto de socios, algo que en teoría facilitará una vez que se cierre la campaña. Además, la renovación en masa ha llegado desde todos los segmentos de edad, sin apenas oscilaciones.
En esta adhesión en masa ha tenido mucho que ver el proceso iniciado por Raúl Rivas, el nuevo responsable social, desde su llegada a Vigo a finales del pasado año. El ex del Barça se encontró con una importante fractura que ha ido limando. Durante meses, mantuvo multitud de encuentros con peñistas y abonados, recogió sus quejas y sus propuestas y pudo ponerlas en práctica en la campaña Fagamos Historia. En este sentido, la campaña diseñada por el Celta fue reconocible del todo para el abonado.
Problemas de aforo
La alta demanda y haber superado las expectativas pueden llegar a suponer un problema de aforo. De entrada, 3.020 celtistas han solicitado darse de alta de cara a la próxima temporada y pendiente de la respuesta del 6 % restante, no está garantizado que todos ellos vayan a tener cabida, aunque la idea del club es intentarlo por todos los medios para aprovechar esta ola positiva. En principio, tiene hasta el hasta el 26 de julio, cuando se inicie la campaña de altas, para encontrar una alternativa que permita atender a toda la demanda.
Hasta los 16.000
Una de las opciones que están sobre la mesa es intentar estirar el tope de 15.000 socios que se había puesto el propio club por mor de las obras. En este sentido el Celta podría intentar llegar hasta los 16.000, lo que significaría reducir el porcentaje para público en general. Teniendo en cuenta que el aforo actual es de 18.267, liberar 2.267 butacas supondría un 12,4 %.
Masiva petición de cambio de asiento
Además, cerca de 2.000 abonados han solicitado el cambio de asiento, lo que acarrea un segundo frente importante al que atender. La idea del club es explicar paso a paso toda la operativa la próxima semana, ya que el volumen de demanda de esta opción nada tiene que ver con otras temporadas. Desde el Celta consideran que una de las claves para esta petición es la agilidad que da la nueva plataforma.
El programa de puntos para fomentar la asistencia, próximo reto a abordar
El siguiente reto a abordar por el departamento de Raúl Rivas será conseguir que la gran mayoría de la masa social vaya al campo, uno de los problemas que históricamente han afectado a las entradas de Balaídos y que en más de una ocasión puso de manifiesto el presidente Carlos Mouriño.
Dentro de la propia campaña, el Celta ha decidido poner en marcha una campaña de puntos para fomentar la asistencia con diferentes incentivos. La idea del Celta es presentar ese programa tan pronto como se cierre la campaña para que todos los abonados vean de qué se trata y puedan dar su opinión con la opción de que el propio club pueda hacer ajustes con respecto a su propuesta inicial.
El objetivo es conseguir que el estadio de Balaídos, más allá de las obras presente siempre la mejor entrada posible, ya que en las últimas temporadas el recinto vigués estuvo a la cola del ránking de asistencia.
El proceso de escucha
Este cambio radical viene generado por la gran modificación surgida en un departamento que hasta el verano pasado parecía habitar en un mundo paralelo al del aficionado. El Celta, cuando se le encendieron las alarmas, decidió apostar por la figura de Raúl Rivas, y el ejecutivo se sentó a escuchar, ejerció de interlocutor entre dos partes que tenían intereses en común, y una vez tuvo el diagnóstico, el club decidió darle las herramientas necesarias para corregir la situación. El resultado está a la vista.