
El entrenador del Celta B se mostró orgulloso de sus jugadores y aseguró que no tiene «nada que reprocharles», si bien admite que hay aspectos que deben corregir y mejorar
28 ago 2022 . Actualizado a las 14:52 h.El entrenador del Celta B, Claudio Giráldez, se mostró «orgulloso» de su equipo pese a la derrota ante el Sanse (1-2) en el debut liguero. «No puedo pedir mucho más a los chicos. Se va viendo lo que quiero, un equipo alegre, atrevido. Si tengo que perder, que sea por asumir riesgos y no por estar atrás», analizó el técnico, que no tiene «nada que reprochar» a sus jugadores. «Hemos ido a por el partido en todo momento. Tenemos que mejorar pequeños detalles y coordinar situaciones de juego con entrenamientos y días juntos», ahondó.
Señaló que no cree que empezaran mal, sino que los primeros minutos fueron de su equipo, «con ocasiones de tiro exterior», si bien la primera llegada del rival fue gol y pasó lo propio poco después con el segundo gol. «Fue un jarro de agua fría», admitió al tiempo que ensalza la capacidad de sus jugadores para recuperarse. «Hay que destacar la capacidad de reacción de un equipo tan joven. Tuvimos un momento complicado y fuimos capaces de reponernos. Llegamos fácil al último tercio. Me gustó mi equipo mucho más de lo que vi en pretemporada», reveló.
En la segunda parte, dijo, se vio «a un equipo que quiere ir a por el partido y otro que intenta frenarlo», como se podía esperar, añadió. «Defendimos algo mejor, pero caímos en la trampa de ellos de mucha interrupción, de meternos en pérdidas de tiempo que no tenemos que entrar. Pero estoy orgulloso de mi equipo «, reiteró.
Giráldez no quiere que la juventud y la inexperiencia sirvan de excusas. «Es al revés. Hemos corrido, sido alegres con la pelota, capaces de dominar mucho tiempo el juego y hemos generado muchas ocasiones de gol», analizó. Admite que tienen que mejorar cerca de su portería y subrayó que en la segunda mitad pudieron ganar más duelos aunque a veces sea difícil «cuando quieres apretar». «Es cuestión de ajustar, entender con qué rivales jugamos y cuáles son sus fortalezas».
El porriñés está «encantado» de poder contar con los jugadores que habían viajado con el primer equipo a Girona, de los cuales fueron titulares cuatro: Coke Carrillo, Carlos Domínguez, Gabri Veiga y Miguel Rodríguez. «Son jugadores que nos dan un plus y es positivo para ellos tener más minutos el fin de semana. Los entrené a los tres y es una ventaja añadida», valoró. Los ve «integrados en el grupo» y está convencido de que es positivo tanto para el club como para ellos.
Respecto a la perspectiva de jugar en Balaídos en el futuro esta temporada, dejó claro que su preferencia es esa. «El objetivo es que los futbolistas jueguen en Primera y qué mejor que jugar en un campo de esa categoría. Si no, estamos cómodos en Barreiro, es nuestra casa, entrenamos una vez a la semana y no quiero excusas», dijo. En cualquier caso, comenta abiertamente que cuanto más grande sea el campo, mejor para su manera de jugar.
En lo que se refiere a Victory, atacante que Carlos Mouriño dio por cerrado para el filial y del que no ha vuelto a haber más noticias, el preparador dijo saber que pertenece al club, que ha firmado. «Veremos si llega a tiempo. El club comunicó que estaba firmado y, a partir de ahí, a ver qué pasa. Había un problema con el tema del transfer. Si viene para aportar, genial y, si no, pues no llega». En todo caso, señaló que está contento con el plantel que tiene pero que hay fichas libres y si se incorpora alguien más para sumar, será bienvenido.