El serbio estuvo un año sin ir convocado tras no alcanzar un acuerdo para renovar, situación similar a la del salcedense, aunque por otro motivo
21 sep 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Denis Suárez aparece en alguna imagen de los entrenamientos del Celta y figura como futbolista del club en su web. Es lo que se sabe del salcedense, que tras quedarse en Vigo pese a que se le hubiera enseñado la puerta de salida, no puede ser convocado por Eduardo Coudet por decisión presidencial. Este escenario, aunque los motivos sean diferentes, recuerda al vivido por otro jugador del equipo, Nemanja Radoja, en la temporada 2018/2019. Porque su vínculo con la entidad acabó el 30 de junio de hace tres años, pero sus últimos partido y convocatoria fueron uno antes.
Ha habido más futbolistas que, casi siempre por no haber renovado o por no haber aceptado las ofertas que tenían cuando se les invitó a irse, pasaron etapas sin entrar en las listas de los entrenadores por determinación de la directiva. Pero el caso de Radoja es el único tan prolongado en el tiempo y desde principio de temporada. Por ejemplo, en su momento, David Costas y Jorge Sáenz comenzaron yendo citados y fue cuando se acercaba el mercado de invierno cuando se les aplicó esa medida.
El salcedense sabía desde hace meses lo que pasaría si no dejaba su agencia de representación y, la vez, continuaba en el Celta. El presidente, Carlos Mouriño, ya le había recomendado en el verano del 2021 que hiciera una buena temporada para tener opciones atractivas de equipos a donde irse, porque en Vigo, si las circunstancias no cambiaban, no iba a jugar. Lo reiteró ya más avanzada la temporada, dejando claro que se quedaría en la grada en caso de permanecer en el club cumpliendo su contrato.
Con Radoja, todo había sido más discreto. Nunca se llegó a advertir públicamente al jugador de cuál sería su destino si no renovaba ni salía en el verano del 2018, pero él sí era consciente. Se le había dado un plazo extra sin tener que presentarse para iniciar los entrenamientos de pretemporada con el resto y, a su vuelta, había habido un pequeño acercamiento —se dejó ver charlando con el director general, Antonio Chaves, en las puertas de A Sede—, pero al final, las posturas siguieron alejadas y no hubo renovación.
Entre el Celta y Denis no ha habido, que se sepa, ningún tipo de aproximación. Las dos partes se han mantenido firmes y el desenlace ha sido idéntico que con Radoja. El jugador insistió varias veces en su ofrecimiento de negociar por su cuenta la renovación, sin los intermediarios de los que nada quiere saber el club, pero Mouriño cerró esa puerta por completo en la comparecencia en la que dijo que trataría este tema por última vez.
Sin elección para los técnicos
Es sabido que si Eduardo Coudet no cuenta con él, es porque tiene directrices para que así sea. En los últimos meses, el Chacho ha hablado sobre el aprecio que le tiene e incluso le mandó ánimos a su madre cuando tuvo un percance de salud. Con Radoja, las preguntas a los técnicos —fue el año en que hubo tres— se repetían y aunque ellos escurrían el bulto, las dos situaciones eran idénticas en ese punto.
El serbio se mantuvo en silencio durante la temporada completa y solo una vez terminada su vinculación con el club, admitió que lo había pasado mal y que no entendía que se hubiera actuado así. Otros jugadores que pasaron por situaciones similares durante menos tiempo —Sergi Gómez, David Costas, Jorge Sáenz o Sergio Carreira— también manifestaron que no era plato de gusto.
Denis se ha pronunciado dos veces en los últimos tiempos. La primera fue para responder mediante un comunicado a las palabras de Mouriño sobre su caso. Sostuvo que muchas de las afirmaciones del presidente no se correspondían con la realidad, desde algunas ofertas hasta que completa un alto porcentaje del trabajo con el grupo. Esto último lo volvió a desmentir en su último pronunciamiento, el 24 de agosto, después de que un grupo de aficionados pudiera acceder por primera vez la víspera a un entrenamiento en Mos: el jugador aprovechó para señalar que era el único día que le habían dejado trabajar con el resto.
Ahora falta saber si Denis Suárez completará la temporada como en su día hizo Radoja o si dejará el club en la ventana de invierno. Como mínimo, habrá estado siete meses sin disputar un partido de fútbol. Para el excéltico, fue un año completo, tras el cual fichó por el Levante, sumando más de 2.000 minutos en su primera temporada, la que afrontaba tras todo ese tiempo parado. Luego, su protagonismo fue decreciendo y en la actualida se encuentra sin equipo.