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El plan y la lectura de partido en Vallecas refuerzan al nuevo entrenador del Celta
12 nov 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Carlos Carvalhal ganó crédito en Vallecas para trabajar durante el parón. El luso acertó con el plan de partido, anulando a un equipo en racha como el Rayo Vallecano con su apuesta por los cinco defensas, y en la elección de los mimbres. También, y pese a la precariedad por las bajas, acertó en la lectura de los momentos de partido y el equipo sumó un punto que le permite pasar y mes y medio fuera del descenso a la espera de que se reanude la liga, precisamente ante el Sevilla, el último de la zona roja.
«Lo conozco de Portugal y nos puede dar mucho. Ojalá que lo podamos aprovechar», comentó Marchesín, con pasado reciente en el Oporto, sobre el nuevo entrenador del Celta. Carvalhal no llegó para romper con el pasado de un plumazo, sino poco a poco. En el primer partido, ante el Osasuna, apenas hizo cambios y su vuelta de tuerca se ciñó a apostar por un 4-4-2 sin el rombo como sistema táctico. Todo lo demás era conocido para los célticos.
En el segundo partido, pese a que era cinco días después, tuvo más intervencionismo: apostó por los tres centrales, con dos laterales largos, por un doble pivote de refresco y colocó a Carles Pérez y Franco Cervi en posiciones en donde parecen sentirse más cómodos. De paso, frenó la sangría a balón parado y el resultado fue un empate y portería a cero siete partidos después, además del cuarto punto a domicilio.
De un modo paralelo, el portugués ha hecho un trabajo psicológico para reforzar la confianza de unos jugadores tocados. «¿Agustín Marchesín? Para mí es uno de los mejores porteros del mundo», dijo del cuestionado arquero argentino antes de viajar a Vallecas; la consecuencia fue su mejor partido en muchas jornadas. Siempre tiene buenas palabras para los suyos y sostiene que cuenta con calidad y soluciones en la plantilla, reduciendo al terreno de los «puntual» la llegada de algún refuerzo en el mercado invernal. Además, en otro orden de cosas, habla de fútbol y da explicaciones de los porqués de sus decisiones, algo cada vez menos habitual en un gremio más dado a las respuestas de manual.
Un mes para edificar su equipo
Con el aval de ese empate, una vez que pasen la contienda de Copa y las minivacaciones del plantel, Carvalhal debe comenzar a edificar un Celta con su sello. Tiene la ventaja de poder realizar una pretemporada en pleno otoño en la que debe decidir el traje que le quiere poner a su nuevo equipo. Que si mantener la defensa de tres centrales —que en teoría no le gusta—, que si apostar por un 4-4-2 clásico... Pero, sobre todo, darle una nueva entidad al juego del equipo. «Vamos a mejorar mucho con más tiempo y vamos a animar la liga», se aventuró a comentar tras la contienda de Vallecas.
