Larsen y Aspas, por partida doble y con un golazo, le dieron la vuelta al tanto inicial del equipo de la Premier
13 dic 2022 . Actualizado a las 15:25 h.El Celta superó con nota el tercer y, presumiblemente, último amistoso de la pretemporada otoñal. Los vigueses, que apostaron por un 5-2-3 como sistema táctico, reaccionaron bien al gol del Brentford a los 30 segundos y terminaron volteando el marcador con un gol de Larsen y dos de Iago Aspas, el último, una obra de arte. Además, los célticos progresaron en la presión alta y en la velocidad de sus acciones. Solo el balón parado y algún desajuste en el juego directo de los londinenses quedó en el debe en un partido completo de los célticos.
Carlos Carvalhal volvió a incidir en la probatura con una defensa de cinco, con Kevin Vázquez como lateral derecho y con un trío de centrales integrado por Óscar Mingueza, Unai Núñez y Carlos Domínguez. En la sala de máquinas colocó a Renato Tapia con Gabri Veiga y por delante a Aspas con Larsen, con Franco Cervi a medio camino entre líneas.
La puesta en escena no resultó nada halagüeña, porque una mala salida de balón y una peor cobertura permitieron a Wissa aprovechar un servicio de Canós para adelantar al Brentford a los 32 segundos de partido. El rápido gol, el frío y la nieve aturdieron a un Celta que pudo encajar el segundo en un remate de Toney que interceptó Agustín Marchesín.
Sin embargo, el conjunto de Carvalhal enseguida comenzó a crecer, con Tapia mandando en el centro del campo, con Aspas haciendo rotos en la zaga rival y con Cervi y Larsen entrando mucho en juego. El noruego, tras un servicio del argentino, pudo empatar, pero su disparo en el área pequeña lo interceptó Winterbotton. Después, fue Gabri quien disparó ajustado desde la frontal y más tarde, Larsen no acertó a rematar una buena prolongación de Carlos Domínguez tras un saque de córner. El Celta era superior, tenía el balón y jugaba en campo contrario, pero se mostraba débil en el juego directo que proponía el conjunto londinense cuando podía salir. En una contra, Toney pudo sorprender a Marchesín, pero el disparo desde lejos no cogió portería.
El empate llegó un poco antes de la media hora. El entrenador celeste piensa que Larsen es más aprovechable jugando al espacio y en una salida en largo el espigado delantero asistió a Aspas, que con un pisada y un disparo colocado con la izquierda superó al portero local. Cervi, con una chilena, y Gabri, en un mano a mano con el portero, pudieron adelantar a los vigueses. También el moañés después de una pared con taconazo incluido con Mingueza, central-lateral, que cada vez se atreve más en ataque y que está formando una buena sociedad con el moañés. La primera mitad acabó con un susto para el Celta, porque Wissa le ganó la espalda a Unai, pero no pudo con Marchesín en el uno contra uno.
Carvalhal solo hizo un cambio en el descanso, sacó a un central, Carlos Domínguez, y metió a Óscar, pero no cambió el dibujo. Retrasó a Tapia para mantener la defensa de tres centrales y apostó por un doble pivote creativo con el talaverano al lado de Gabri. Pero antes de que tocase el balón, el futbolista cedido por el Sevilla el Celta ya había marcado el segundo, en un robo de Aspas, con asistencia a Gabri Veiga y remate de Larsen al fondo de la red.
El 1-2 dio paso a 20 minutos de fútbol al primer toque y un aluvión de llegadas de los vigueses, que buscaban verticalidad en toda sus acciones. Y de ese frenesí nació la jugada del día: un pase filtrado de Óscar a Aspas en tres cuartos, y desde esa posición lejana, el de Moaña se inventó una vaselina que se coló por todo el palo largo de la portería local, haciendo inútil la estirada de Winterbotton.
Con el 1-3 y los cambios, el partido pasó por una fase plana hasta que en la recta final, el Brentford tiró de orgullo y puso a prueba a Marchesín, que con tres buenas intervenciones, negó la reacción a los locales y cerró el partido.