El emotivo homenaje de Teixugos Celestes a Jorge, peñista fallecido a los 44 años

GRADA DE RÍO

CEDIDA

El aficionado murió de forma repentina hace unas semanas y su peña le recordó en el último partido de Balaídos

12 abr 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Andrés Alonso comenzó a ir a Balaídos solo con doce o trece años, calcula. En aquella época, otro aficionado al que no conocía de nada le «acogió» -cuenta-, se hicieron amigos y, más tarde, le animó a sumarse a su peña, Teixugos Celestes. Aquel niño, que ahora tiene 26 años, llevaba ahora media vida compartiendo los partidos del Celta en casa con Jorge Tizón cuando, hace unas semanas, recibió una llamada que le comunicaba que este había fallecido de forma repentina, a causa de un infarto, a los 44 años. Fue el pasado 13 de marzo.

En el último partido en el municipal vigués, frente al Almería, su peña en general y Andrés en particular quisieron rendir un emotivo tributo a Jorge. «Tenía que hacerle un homenaje, tener un detalle. Así que llevé una camiseta que me había regalado con su nombre y un ramo con una bufanda de la peña», relata. Bajó la escaleras de Gol hasta las butacas de ambos entre los aplausos de los presentes en pie. Algunos de ellos, acostumbrados a verle allí ya desde tiempos inmemoriales, se enteraron en ese momento de la pérdida de Tizón.

Andrés cuenta con cariño que Jorge y él fueron de los primeros en seguir los partidos levantados en una grada en la que la mayoría ve los partidos sentada. «Yo era muy nervioso y no aguantaba, así que nos poníamos de pie. Ha sido mi compañero todo este tiempo y es muy duro», constata. Recuerda que fue él quien le animó a hacerse peñista de Teixugos y que, con los años, fueron estableciendo una relación más personal.

Tizón era un celtista apasionado que llevaba más de veinte años de abonado y que había sido padre recientemente de una bebé a la que hizo socia nada más nacer. «Él lo llevaba en las venas, lo vivía mucho. Precisamente esta temporada no venía tanto porque había nacido la niña», añade Andrés, sobre el único motivo que le apartó en cierta medida. Revela que él fue al tanatorio «bastante entero», pero se derrumbó cuando la esposa le presentó a la madre de Jorge y esta le contó que hablaba mucho de él y sabían del cariño que le tenía.

Ahora, la idea de Andrés es que el homenaje no quede en el gesto que tuvieron en Balaídos, sino que prevé crear una peña con su nombre si la familia está de acuerdo. «Quiero que el nombre de Jorge Tizón siga estando. De la gente de esa zona, ya hay quince o veinte que quieren sumarse. Y él lo merece, era una persona buena, noble, que no se metía con nadie», señala. Y un gran celtista al que sus compañeros de grada y de peña siempre tendrán presente.