Esencia celeste rumbo a Sudáfrica

MÍRIAM V. F. / X. R. CASTRO VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

XOAN CARLOS GIL

La escuela de Evaton creada por dos hermanos que la bautizaron como Celta por McCarthy tiene un convenio con el club y tres técnicos reciben formación en Vigo

24 abr 2023 . Actualizado a las 21:41 h.

Corría el año 2001 cuando dos hermanos sudafricanos decidieron formar una academia de fútbol para niños en Evaton bajo el nombre de Celta Vigo Development Center. La etapa en la entidad viguesa de su compatriota Benni McCarthy les había hecho bautizarla así, aunque no tenían ninguna relación con la entidad, con la que en el año 2015 contaban a La Voz que habían intentado ponerse en contacto sin éxito. Hoy, el panorama es diferente. Ambas partes están vinculadas por un convenio de colaboración, con Pereira como patrocinador, y tres representantes de la escuela sudafricana están estos días en Vigo.

A la cabeza de la expedición, Themba Dlamini, uno de los hermanos fundadores. Como sus acompañantes, es la primera vez que sale de su país, algo que nunca pensó que tendría oportunidad de hacer. Aquí se están empapando de la metodología del Celta, pero también de una nueva cultura. No pierden detalle de cada cosa que encuentran a su paso, tampoco de la redacción del periódico donde cuentan su experiencia. «La gente es muy acogedora y la ciudad es muy segura —en contraste con su lugar de procedencia—. Estar aquí es un sueño hecho realidad», dice.

Desde que aterrizaron, la víspera del partido frente al Mallorca, han tenido una agenda repleta y copada por las actividades futbolísticas. Les choca lo «serio y profesional» que es todo en el día a día del Celta, ya desde los entrenamientos de la cantera. Les han ido enseñando los entresijos del funcionamiento del club, centrándose en aspectos que podrán poner en práctica como la manera de tratar a los niños o de explotar los recursos, así como la metodología.

Explican que el club supervisa su actividad y resuelve las dudas que se les van presentando. El coordinador de las escuelas internacionales celestes, Marcos Alonso Rial, estuvo en Evaton hace unos meses para evaluar lo que hacían y cómo, el punto de partida para ayudarles a mejorar. Les hicieron llegar manuales y el contacto es permanente, pero ahora tienen la ocasión de verlo con sus «propios ojos».

Cada uno de los tres técnicos sudafricanos se llevará una maleta con material en perfecto estado donado por jugadores de la cantera que incluye equipaciones, botas y medias. Aparte de que los primeros envíos por parte del Celta comenzaron ya tiempo antes de la firma del convenio con Pereira. «Muchos niños juegan con una zapatilla de cada color, o de una talla que no es la suya», precisa Dlamini, que también admite que ahora sienten «un poco de presión por las expectativas puestas» en su proyecto.

En el acuerdo suscrito meses atrás también se establece que se les va ayudar a mejorar unas instalaciones muy humildes actualmente. Tiene un terreno de juego de 20.000 metros cuadrados, equivalente a dos campos de fútbol once y cuatro de fútbol 7. Cuentan que el primer paso será aplanarlo, porque la superficie es muy irregular y, después, poner dos contenedores, uno para oficina y otro para almacén.

Nuevas ilusiones y efecto llamada

Los técnicos de la escuela les hablan a los niños del Celta y todos tienen referencias del equipo vigués. Pero poder ver los partidos es imposible. «Son comunidades muy pequeñas, algunos no tienen ni electricidad en casa, así que mucho menos televisión», relata Themba. A eso hay que sumarle que el fútbol es de pago, por lo que entre sus aspiraciones está también llegar a tener un pequeño local social donde ver los partidos juntos.

En una zona desfavorecida donde el deporte es una vía para evitar que los niños caigan en «otras cosas», la escuela de Evaton siempre ha sido un incentivo para los niños —unos 170, actualmente—. Pero con el paso que han dado, más. «La ilusión ha crecido ahora que saben que la escuela tiene relación con un club de Primera española. Creemos que va a seguir habiendo un efecto llamada», señala.

Además, hay otro incentivo: becas para que algunos de sus jugadores puedan llegar a pasar unas semanas entrenando en Vigo. «Ojalá que después de eso, puedan volver aquí e intentar despuntar», desea. Aspiraciones que ya tenían cuando comenzaron su escuela, pero que eran poco factibles y ahora ven mucho más cerca desde que forman parte del club vigués.

«Nos gustaría que McCarthy vea lo que logramos»

El Celta Vigo Development Center comenzó hace más de veinte años desde la más absoluta humildad, pero con ambición. «Nunca imaginamos tener este vínculo con un equipo de Primera División, pero sí que pensábamos que igual podíamos hacer una buena cantera de jugadores. Cuando creas algo, siempre piensas cómo hacer para que pueda tener éxito», dice Themba, que también confiesa que ahora, en ocasiones, casi necesita que le pellizquen para ser consciente de que todo lo que ha pasado es real.

También les gustaría que Benni McCarthy fuera partícipe de ello. Porque de no ser porque el sudafricano recaló en el Celta en 1998, nada de lo que ha venido después hubiera pasado. «Le estamos muy agradecidos. En su día, hablamos con él, le gustó mucho nuestra idea y quería conocernos», recuerda. Sin embargo, después de que se fuera a Mánchester, acabaron perdiendo el contacto y el número que tenían ya no es suyo. «Nos gustaría que vea lo que logramos y también hacerle un homenaje. Por lo que significó para nosotros y para el fútbol en nuestro país», recalca.

Añade Dlamini que quién sabe si entre sus cerca de 200 niños no tienen ahora uno o más futuros McCarthy. «Igual tenemos a algún pequeño Benni entre nosotros que pueda llegar a venir aquí a formarse. Estamos muy agradecidos por lo generosos que están siendo el Celta y Pereira con nosotros», subraya.

Actualmente, con equipos de todas las categorías de base y también un sénior, juegan en ligas locales, con la aspiración de ir más allá en el futuro. Lo costosos que son los transportes, incluso aunque no sean a grandes distancias, son uno de los principales hándicaps. La idea que comparten escuela y patrocinadores es que es mejor dar pequeños pasos seguros que crecer demasiado deprisa para luego tener que retroceder.

Derrota dulce

Los entrenadores sudafricanos vivieron en el Celta-Mallorca su primera experiencia en un estadio europeo. Dicen que fue «fantástica, aunque el resultado no fuera positivo para el club», ya que ganaron los insulares por 0-1. Sin embargo, ellos se apuntaron otra vivencia que recordarán siempre.